Como cada 8 de enero, la localidad correntina de Mercedes recibió a miles de feligreses que llegaron desde diversas partes del país para homenajear, pedir y agradecer al santo popular Antonio Plutarco Cruz Mamerto Gil Núñez, mejor conocido como el Gauchito Gil, en el 146° aniversario de su muerte.
En el transcurso del fin de semana, y hasta la siesta de este lunes, habían pasado alrededor de 300.000 personas por el santuario del Gauchito Gil ubicado en la ruta nacional 123, y las autoridades estiman que en el cierre de la jornada llegarían otras 50.000.
Mercedes es el sitio donde permanecen los restos del mítico personaje al que desde diversas geografías de la Argentina y la región llegan para pedirle y agradecerle favores, en esta ocasión, bajo una incesante lluvia que se inició en la madrugada del domingo.
La tradicional celebración inició ayer domingo 7 de enero, con la realización de la velada de la cruz peregrina de las catacumbas, en el Centro de Interpretación.
La cruz permaneció allí hasta las 5 horas de este lunes, cuando fue trasladada al cementerio local. Allí fue recibida por fieles y autoridades municipales, quienes participaron de la Santa Misa, oficiada por el Padre Ramon Espinoza.
Al finalizar la misa, la cruz fue trasladada una vez más al predio Cruz Gil, donde se encontraban los peregrinos esperando su llegada.
Así, multitudinarias concentraciones con cintas, ropas y banderas coloradas, bajo un diluvio que hasta la siesta de hoy arrojó 215 milímetros, conforman el paisaje en torno al principal santuario que el Gauchito Gil tiene en el país, y donde la situación sanitaria y el tiempo obligaron a modificar tradiciones.
Y es que la misa que se realiza año a año en la parroquia Nuestra Señora de la Merced, dentro de la ciudad, en esta ocasión se trasladó al cementerio La Merced (debido a obras de infraestructura ), donde yacen los restos del gaucho autonomista.
Por otra parte, tampoco se realizó la tradicional caravana de jinetes, ya que el Senasa prohibió la concentración de animales debido al brote de encefalomielitis equina, por lo que -una vez terminada la misa- la Cruz de las Catacumbas fue trasladada hacia el predio de la ruta N°123 en camioneta, custodiada por personal de la Gendarmería Nacional en medio de un gran operativo de tránsito y bajo una copiosa lluvia.
Más allá de los inconvenientes, una vez más se repitió la multitudinaria escena donde los creyente entregan ofrendas como imágenes religiosas, patentes, cigarrillos, bebidas alcohólicas, velas rojas, cintas, efectos personales de los más diversos y banderas en honor al gaucho, que se presentan en el santuario para agradecer favores recibidos adjudicados a la intercesión de esta devoción pagana o bien, para pedir, desde cuestiones de salud hasta negocios de los fieles creyentes.
El resultado de esta avalancha de regalos que se hacen al gaucho concluye luego en un museo con el que el predio cuenta, donde numerosos objetos son exhibidos como testimonio del fanatismo que despierta este personaje de la mitología correntina y que terminó expandiéndose al mundo al borde de lo religioso, y en el borde del corazón de una tremenda fe popular.
Con información de Télam y medios digitales