Tras sortear casi sin sobresaltos la primera marcha piquetera y exhibir como un avance el protocolo que impide los cortes de tránsito durante las manifestaciones, el nuevo Gobierno nacional se vuelve a poner a prueba y, al mismo tiempo, testea el humor y umbral de soporte de la sociedad.
Con el Decreto de Necesidad y Urgencia anunciado anoche por cadena nacional, se pretende cambiar en buena medida la dinámica del Estado, de las relaciones laborales y comerciales y otros temas de la cotidianeidad de un país acostumbrado a vivir de sobresalto en sobresalto.
Tras la fuerte presión a las economías familiares ejercida desde los primeros días con las medidas anunciadas por el Ministro de Economía, anoche fue el turno del presidente Javier Milei quien, lejos de moderar la velocidad de los cambios, redobló la apuesta con un DNU de alto impacto que modifica el rumbo de la crisis en particular y el del país en general, aunque todavía es prematuro afirmar si hacia un mejor o peor puerto.
A la luz de lo visto, se puede entender que Milei advierte que si se pierde la oportunidad de hacer la mayor cantidad de transformaciones en el primer año, después será cada vez más difícil, más aún percibiéndose débil en el Congreso de la Nación.
Es notorio que busca agotar las instancias ahora para intentar llegar con mejores chances a las elecciones de medio término y mejorar la posición del oficialismo en las bancas de Diputados y el Senado. Profundizar las reformas que hoy encara depende de ello en gran medida.
Quizás la anomia a la que el país se fue acostumbrando en los últimos años, profundizada durante la segunda mitad del mandato de Alberto Fernández, adormeció a quienes hoy se ven superados por las medidas, primero económicas, y ahora hasta laborales. Tal vez esa gran mayoría de ciudadanos que eligió a Javier Milei sigue dispuesta a ponerle la espalda y “bancar” estos nuevos anuncios.
Pero cabe la duda sobre si el shock no está siendo más grande de lo esperado y si no está deglutiéndose a más sectores de los proyectados… solo el tiempo permitirá dilucidarlo.













