Los más comunes son las cataratas, la sordera o de movilidad en el caso de artrosis. Sin embargo, hay otra afección común en perros de edad avanzada y tiene que ver con su salud mental. Se conoce como el síndrome de disfunción cognitiva (SDC) y se trata de algo parecido al Alzheimer en humanos.
Las manifestaciones de la enfermedad confunden a su familia humana puesto que los perros que la padecen pueden sentirse perdidos, ladrar sin motivo aparente o defecar en lugares donde nunca lo hicieron antes. Si el trastorno se detecta pronto es posible minimizar los problemas que malogran el bienestar del perro y su relación con la familia humana.
Si percibís alguno de estos cambios de comportamiento en tu peludo, consulta con tu veterinario, un diagnóstico precoz evitará el deterioro de la calidad de vida en el hogar.
Disminución del interés por el contacto, hiperapego, pérdida de memoria, retraso en el aprendizaje, desorientación, alteraciones del ciclo de sueño, dejar de explorar o de responder a estímulos, comportamientos compulsivos, o que el perro camine sin rumbo, ansiedad, aumento de los ladridos, de los miedos y fobias, alteraciones del apetito.
Es importante que la familia comprenda que no se trata de malos comportamientos sino de una enfermedad y que el primer paso será consultar con un profesional para obtener las herramientas para manejar la situación. Aunque los efectos del síndrome de disfunción cognitiva son irreversibles, se pueden poner en práctica algunas pautas para paliar los síntomas y frenar el proceso.
Laura Kuperman
Educadora Canina.
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