Los desafíos para los tiempos que se vienen pasan, sin lugar a dudas, por la estabilización de la economía.
Siendo optimistas, Argentina cerrará el año con una inflación superior al 140%. Como dato duro de la realidad también quedará una variedad de tipos de cambio que no conocen precio de equilibrio; también una deuda billonaria en pesos de las Leliqs y los también millonarios vencimientos con el Fondo Monetario Internacional, con un acuerdo de por medio que supone condicionamientos para la política económica.
Detrás de ello existe una lista interminable de deudas con la sociedad, pero reparar la estructura económica es urgente para moderar los efectos de una crisis brutal. El desafío comienza hoy.