“Si cada uno hiciera algo, ayudáramos a un chico, sin juzgar, estaríamos mucho mejor”. La frase, un dato duro de la realidad, no fue expresada en ningún discurso de cara al balotaje ni en alguna campaña política. Pertenece a Mariana Batista, una mujer de 37 años, madre de dos jóvenes y rostro visible de una comisión vecinal que se moviliza permanentemente para evitar que jóvenes de Oberá caigan en vicios.
¿La propuesta? El deporte y el diálogo como forma de contención y remedio frente a las adicciones. El compromiso de Mariana y los vecinos que la acompañan comenzó hace casi una década, cuando, tras ver la creciente problemática, decidieron involucrarse para dar una respuesta ahí donde lo que reinaba era el silencio.
“Para que tu único vicio sea el deporte” es el nombre del emprendimiento vecinal que funciona… y lo hace a pulmón. Por ello necesitan que otros se involucren.