La falta de biomasa (chip de pino) está causando inconvenientes importantes a los secaderos de té, mientras que el sector productivo se encuentra en plena zafra.
“No hay leña, pellets ni chips para las calderas de nuestros secaderos, y en ese sentido también tenemos que mencionar que el sector forestal se encuentra atravesando un momento complicado a causa de las lluvias porque no están pudiendo ingresar a los pinales para sacar la producción, algo que directamente repercute en nuestra actividad”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el productor y dirigente agrario Cristian Klingbeil, y que, “por esa causa (la lluvia) los caminos rurales, que ya estaban en malas condiciones también son un problema para transitar y más ahora, que empeoraron mucho más”, enfatizó al explicar el faltante de biomasa.
La imposibilidad de calentar las calderas para secar la hoja, se suma a todas las dificultades que ya arrastra el sector: suba de costos, precios bajos, falta de combustible, y una divisa de importación por el suelo. Pero, podrían haber más abismos, si por ejemplo no se normalizan las lluvias, ya que su caída en exceso genera la presencia del hongo negro que causa problemas de rendimiento”, mencionó.
Para colmo, los mapas satelitales no muestran que el panorama mejore, al contrario se pronostican varias semanas consecutivas con lluvias, “y ese factor nos puede complicar y mucho porque las soluciones no están a nuestro alcance”, analizó el productor.
Sin embargo, por el momento, las complicaciones no se están trasladando a los volúmenes, y se proyectan cifras normales de cosecha, teniendo en cuenta que en temporadas anteriores hubo mermas por la sequía.
“Mañana (por hoy) habrá una reunión de la CoProTé donde se va a intentar poner sobre la mesa todas estas cuestiones de volumen y precio”, afirmó.
“Pendientes”
Un detalle no menor, tiene que ver con la posibilidad o no de fertilizar el té como corresponde, ya que de acuerdo a Klingbeil, “este dólar agro no lo están pudiendo conseguir algunas empresas tealeras y estamos muy pendientes de ello, porque sin la divisa diferencial tampoco podemos mejorar el precio del té y se complica fertilizar”, agregó.
“Durante la reunión está previsto realizar un análisis, en cuanto a volúmenes, sobre cómo viene la zafra, porque los rendimientos vienen muy dispares: hay zonas donde se estaba cosechando muy bien y en otros venían muy abajo”, finalizó el integrante de la Comisión Provincial del Té (CoProTé).
“Se complica la logística hacia los aserraderos”
Fabián Labán, productor de té y dirigente agrario también habló de la problemática que “perjudica a las fábricas que preparan el chip y ese problema se traslada a nuestro sector, que ya tiene bastante con el tema de la lluvia, porque también hay que tener en cuenta que hubo regiones que se inundaron directamente y las cosechadoras se entierran en el barro cuando se intenta trabajar”, graficó.
Consultado sobre la situación reportada por los productores y dirigentes agrarios, el subsecretario de Desarrollo Forestal de Misiones, Juan Gauto aseguró a este Diario, que se está ante un conflicto “coyuntural”, que se verá salvado cuando se normalicen las condiciones del tiempo.
“Por ahora las lluvias complican la logística hacia los aserraderos, por ese motivo muchas de estas PyME bajan su ritmo de producción, pero no estamos ante un problema estructural sino de coyuntura”, insistió.
“El 60% de lo que se asierra es biomasa que en la mayoría de los casos va como chip combustible, pensando un poco en la asociación industria aserraderos con los demandantes que son los secaderos de yerba o de té”, especificó el funcionario.
Y agregó: “Las lluvias en abundancia, como estamos teniendo ahora, además provoca la rotura de caminos, en un contexto donde los pronósticos anticipan que la problemática se agrave”.
“Ni hablar que hubo voladuras de techo en algunos aserraderos que impactó en el abastecimiento y llevó a algunas pequeñas industrias a reportar que están reduciendo turnos con su personal, en especial lo más chicos que ya vienen muy impactados en esta economía que viene con un comportamiento errático de precios”, remarcó Gauto.
“Todo esto complica y tiene impacto en los precios y en la mano de obra, que está asociada al ritmo de producción que ante este panorama nos muestra algunas bajas y reducciones en los turnos de tarea”, añadió.