Pasó el tan esperado día después y muchas de las premoniciones tan agitadas en la previa a las elecciones generales del domingo, no se dieron en la realidad (al menos en las primeras horas de la nueva semana).
Sin embargo, mientras la dirigencia de La Libertad Avanza y Unión por la Patria se dedica a “seducir” a los perdedores del 22 de octubre, el problema para millones de argentinos sigue siendo la economía del país.
Casualmente, uno de los candidatos tiene un rol preponderante en las definiciones y el otro, que pretende quedarse con el poder e ingresar a la Casa Rosada, tiene por profesión ser economista.
¿De acá al 19 de noviembre cambiará el contexto? Difícil, no porque sigamos sin anuncios económicos sino por las dificultades que tiene el país (inflación, brecha cambiaria muy profunda, pobreza alta, restricciones cambiarias que afectan a industrias, menor poder adquisitivo para los trabajadores, el sobreendeudamiento con el FMI, etc).
El electorado argentino podrá entonces esperar un debate mayor, de propuestas y medidas, de integrantes de futuros gabinetes de Sergio Massa y Javier Milei sobre qué hacer para sacarnos de donde estamos.
Porque en la previa al domingo, en los dos debates obligatorios, se habló poco de las propuestas de los frentes electorales y la opinión pública se quedó pobremente con la chicana de Milei a Bullrich sobre qué eran las LELIQ.
Mientras transcurre el mes previo al balotaje del 19 de noviembre, el país trata de seguir con su ritmo habitual pero también esperando los “salvavidas” que impidan hundir a la población en una peor situación.
Entonces, lo importante será que candidatos y funcionarios se pongan en sintonía para responder a esa demanda.