Eje de una historia fascinante, pero también de los conflictos más atroces, Medio Oriente vuelve a ser noticia. Por hallarse en el origen de las tres religiones monoteístas, la zona en cuestión es en sí misma un ejemplo de complejidad. El territorio comprendido entre el río Jordán y el mar Mediterráneo -donde se encuentra Jerusalén– es, para los cristianos, la cuna del cristianismo; para los judíos, la tierra prometida; y para los musulmanes, el lugar desde el cual Mahoma ascendió a los cielos.
Medio Oriente volvió a convulsionarse ahora con la avanzada de Hamás y la respuesta del Estado de Israel. El siguiente es un abordaje histórico y geopolítico para entender el conflicto.
La coyuntura geopolítica de la región es fundamental para comprender la guerra que actualmente libran Israel y Hamás. Esta región cuenta con tres grandes potencias emergentes y dos de ellas, Arabia Saudita e Irán, libran desde hace años una competencia fuerte que afecta de forma directamente a Israel y los territorios palestinos.
La situación regional de Medio Oriente ha sido muy importante durante las últimas siete décadas para comprender las dinámicas del conflicto palestino-israelí. Aunque en un origen, Israel tuvo prácticamente a todos los vecinos de la región de Medio Oriente en su contra, especialmente a las naciones árabes, esta situación ha variado especialmente a partir de 1978, con una tendencia hacia el pragmatismo internacional entre muchas de las naciones colindantes con Israel.
En un inicio solamente Turquía, país de mayoría musulmana pero no árabe, reconoció a Israel desde el año 1949. Pero tras los acuerdos de Camp David, varias naciones como Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos o Bahrein han ido acercándose al estado judío con el fin de establecer relaciones diplomáticas y comerciales. Un cambio de posición significativo que ha afectado de lleno a la cuestión del conflicto palestino-israelí y que ha generado tensiones con otros vecinos de Medio Oriente.
Además, hay que tener en cuenta que, durante los últimos meses, se ha especulado sobre la posibilidad de que Arabia Saudita, la gran potencia económica y petrolera árabe hiciera lo mismo, algo que abriría la puerta a otros países de su entorno a hacer lo mismo.
¿Cómo explicar este movimiento de un entorno completamente hostil hacia uno con más posibilidades diplomáticas para Israel? Básicamente la competencia entre las potencias emergentes de la región.
Que Medio Oriente siga siendo hoy una de las regiones más convulsas del planeta también se debe al desplazamiento forzoso, entre 1947 y 1949, de cientos de miles de palestinos de lo que hoy es Israel. Una parte importante de estas personas se instalaron en Gaza, en campos de refugiados como el de Jabalia y Beach Camp.
Actualmente son tres las naciones que aspiran a dominar con su influencia Medio Oriente: Turquía, Arabia Saudita e Irán.
En el caso de Turquía, su disputa se ha centrado especialmente tras la Guerra Civil de Siria y su eje de influencia no afecta de forma tan directa a Israel y los territorios palestinos, ya que básicamente se concentra en el norte de Siria y de Irak.
Sin embargo, la clave reside en la rivalidad creciente entre Irán y Arabia Saudita. Los ejes de influencia dominados por la monarquía saudí, que son Egipto, Jordania, los estados de Golfo o buena parte de Irak o Siria, son los que se han mantenido más pragmáticos ante la normalización de las relaciones con Israel. Y también quienes están más abiertos a una colaboración externa con Estados Unidos.
Por el contrario, los ejes de influencia iraníes, presentes especialmente en Líbano, Siria e Irak, son los que han rechazado de forma más tácita la existencia de Israel y los que todavía en la actualidad mantienen enfrentamientos esporádicos con este país.
Hay que tener en cuenta que Irán, una nación basada en un régimen fundamentalista chiita pero que no es árabe, es el mayor enemigo de Israel en todo Medio Oriente y que sus aliados en países árabes tienen una línea política similar a la de Teherán. Entre estos socios sobre el terreno podemos destacar a Hezbolá, en Líbano, o al propio Hamás en la Franja de Gaza.
Tras estas divergencias sobre Israel y los intereses en la región de las dos potencias es en lo que varios analistas han señalado que podría estar el ataque de Hamás del 7 de octubre. Al grupo islamista que domina la Franja de Gaza podría no convenirle una formalización de relaciones entre Arabia Saudita e Israel que significaría el respaldo definitivo para la nación hebrea en la región.
Fechas clave
La guerra entre Israel y Hamás no se puede comprender sin conocer las más de siete décadas de conflicto palestino-israelí. Un período que se gestó de forma previa a la creación del Estado israelí, pero que estalló tras este acontecimiento en el año 1948. Desde entonces, varias guerras con otras naciones árabes vecinas y conflictos entre palestinos e israelíes han ido degenerando en la situación actual.
1917: El fin del Imperio Otomano
Después de la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano se desmoronó y se puso fin a 13 siglos de dominio musulmán sobre Palestina. El territorio fue ocupado, todavía en plena Gran Guerra, por Gran Bretaña que lo administró en virtud del mandato de la sociedad de Naciones (germen de la actual ONU). La potencia europea manifestó en la Declaración Balfour su deseo de favorecer allí la creación de un “hogar nacional para el pueblo judío”, lo que provocó el recelo de la población árabe de Palestina. En la imagen, el general británico Edmund Allenby entra en Jerusalén por la puerta de Jaffa en diciembre de 1917.
1936: La gran revuelta árabe
Durante el mandato británico, el retorno de los judíos a su tierra ancestral promovido por el movimiento sionista tomó un gran impulso. Si en 1922 había 84.000 judíos en Palestina, en 1931 eran ya 175.000, el 20 por ciento de la población. Su incremento fue proporcional al descontento árabe y en 1936 estalló la revuelta general de los musulmanes de Palestina que exigían su independencia y el fin de la inmigración judía. En esta revuelta, que duró tres años murieron 500 judíos y 150 británicos, mientras que una décima parte de los hombres palestinos perecieron, fueron heridos o se exiliaron. La imagen sobre estas líneas muestra a un grupo de judíos ortodoxos huyendo de Jerusalén escoltados por la policía británica en 1936.
1946: Terrorismo sionista
Las autoridades británicas redactaron un Libro Blanco que planificaba la independencia de Palestina rechazando la partición en dos estados, limitaba la inmigración judía y restringía las compras de tierras.
El estallido de la Segunda Guerra Mundial no hizo sino acrecentar las oleadas de inmigrantes judíos que intentaban entrar de forma ilegal en el territorio. Tras la guerra, los británicos mantuvieron su oposición, lo que provocó una escalada de violencia.
El 22 de julio de 1946, el grupo paramilitar Irgún atentó contra la Comandancia Militar el mandato británico en el Hotel Rey David matando a 92 personas.
1948: El nuevo Estado judío
Tras la renuncia británica a su mandato, el 14 de mayo de 1948 Israel hizo efectiva la resolución de la ONU que establecía la creación de dos estados, uno judío (con el 55 por ciento del territorio) y otro árabe. Miles de judíos salieron a la calle para celebrarlo. Por su parte sus vecinos árabes rechazaron el plan y declararon de inmediato la guerra al nuevo país. El conflicto terminaría al año siguiente con la victoria inapelable de Israel, que aumentó considerablemente su territorio respecto al plan de la ONU.
1956: Guerra del Sinaí
Con el beneplácito de Gran Bretaña y Francia, Israel invade en octubre la península del Sinaí tras el cierre del Canal de Suez decretado por Egipto. El ataque sorpresa, y la ayuda militar europea, supusieron una rápida victoria israelí, que logró a cambio de retirar sus ejércitos que Egipto detuviera sus envíos de armamento a las guerrillas palestinas que luchaban contra Israel. El canal fue reabierto bajo el control de una fuerza de cascos azules de la ONU.
1967: Guerra de los seis días
Una nueva coalición de estados árabes que incluía a Egipto y Siria se enfrentó a Israel en junio. El conflicto duró apenas una semana y tras su finalización, Israel mantuvo en su poder los territorios ocupados palestinos, conquistó la península del Sinaí y tomó el control total de Jerusalén (incluyendo la Ciudad Vieja, hasta entonces en poder de Jordania) y los Altos del Golán, al sur de Siria, hacia donde se dirigen estos tanques israelíes.
1973: La guerra del Yom Kipur
El 6 de octubre de 1973, durante la celebración del Yom Kipur, una de las fiestas más sagradas del calendario judío, Israel volvió a ser atacado por una coalición de estados árabes de nuevo liderados por Egipto y Siria, que querían recuperar los territorios perdidos. El ataque cogió por sorpresa a Israel que aun así logró reponerse. Tras los acuerdos de paz, las relaciones de Israel y Egipto se normalizaron. En 1979, Israel y Egipto firman los Acuerdos de Camp David por los que Israel devuelve el Sinaí.
1987: La intifada
Ante los sucesivos fracasos bélicos, los palestinos se organizan dentro de los territorios ocupados. Tras dos décadas de dura ocupación de sus territorios, en 1987 estalla la primera intifada, levantamiento popular contra los israelíes. Los palestinos se enfrentaron al ejército con piedras, palos, cócteles molotov y armas caseras en la revuelta árabe más intensa desde 1936. Ese mismo año se fundó en Gaza Hamás, el grupo islamista con el objetivo de exterminar Israel.
1994: La paz, más cerca que nunca
La revuelta palestina acabó con la firma de los Acuerdos de Oslo y el nacimiento de la Autoridad Palestina, germen de un futuro estado palestino y cuyo líder, Yasser Arafat, se convertiría en el interlocutor con Israel. La paz parecía cercana el 4 de mayo de 1994, cuando el primer ministro israelí, Isaac Rabin y Arafat ratificaron la puesta en marcha de la autonomía palestina.
2006: Triunfo de Hamás
Tras el enésimo fracaso de cualquier plan de paz y del abandono israelí de los territorios ocupados, la violencia regresó a Gaza y Cisjordania en el año 2000. Seis años más tarde, el grupo islamista Hamás ganaría las elecciones en Gaza y se haría con el control de la franja desde donde ha llevado a cabo una dura oposición armada contra Israel. La foto muestra el desfile de la policía durante un acto en Gaza.
2023. Último episodio
El último episodio de esta guerra se ha vivido este octubre con una invasión a gran escala de Hamás que cogió por sorpresa a las autoridades israelíes, que han reaccionado con dureza iniciando un ataque masivo a la franja.