Un efectivo de la Armada Paraguaya fue detenido tras ser herido en una mano durante un presunto intento de contrabando de combustible frente a Puerto Rico.
De acuerdo a las fuentes consultadas por este Diario, tras el adelanto exclusivo de primeraedicion.com.ar, el episodio de violencia que incluyó disparos de postas de goma por parte de efectivos de la Prefectura Naval Argentina, que interceptaron a la embarcación cuando colaboraba con otra para cruzar bidones y que se sospecha contenía nafta cargada en suelo misionero, se registró pasadas las 14 en inmediaciones de la delegación Puerto Rico de la fuerza federal.
Una lancha rápida de la PNA salió a interceptar las embarcaciones sospechosas apenas divisaron la irregularidad en su tránsito.
Según los datos obtenidos hasta esta noche, uno de los botes paraguayos alcanzó a escapar con los bidones de combustible y llegó a la orilla paraguaya donde se perdieron de vista sus integrantes.
La restante detuvo su marcha, según las voces contactadas, luego de los disparos con bala de goma que hirieron al menos una mano de quien la timoneaba.
Se trataba de un marino paraguayo, cuyos superiores identificaron como Alberto Martín Rojas Cabrera y a quien los prefecturianos de la patrulla observaron blandir un arma de fuego, una pistola nueve milímetros que fue secuestrada y puesta a disposición del juez Federal de Oberá, Alejandro Marcos Gallandat Luzuriaga.
Según las mismas fuentes, no se descartó que Rojas Cabrera gatilló el arma y esta situación fue repelida por los integrantes de la PNA.
Además se indicó que la persecución fue en jurisdicción fluvial argentina y que la lancha que condujo el marino paraguayo correspondía a la fuerza de seguridad que representa.
En la embarcación interceptada viajaban dos civiles paraguayos, uno menor de edad de 14 años y un mayor. Ambos acompañaban a Rojas Cabrera y quedaron demorados en Puerto Rico.
Según fuentes judiciales, en las próximas horas podrían ser repatriados, en el caso del adolescente previa identificación de sus tutores o progenitores.
En cuanto al marino, también será deportado a su país con la notificación a sus jefes y autoridades judiciales de la supeditación a la causa que se abrió ante el juez Gallandat Luzuriaga, por intento de contrabando y resistencia a la autoridad.
Se remarcó que se observaron momentos de extrema tensión en la zona mientras se desplegó el procedimiento. Los disparos presuntos de arma de fuego y las detonaciones de postas de goma y la persecución de lanchas, alertaron a varias autoridades, incluso de otras fuerzas de seguridad para la contingencia.
Testigos aseguraron que fue “como una película” de lanchas que corrían hacia Puerto Triunfo intentando escapar y detrás el bote rápido de la PNA, adaptado para este tipo de eventualidades.
Versión distinta
Pasadas las 17 intervino el cónsul de Paraguay en Posadas, Rolando Goiburú, quien solicitó informes de lo sucedido y comunicó la identidad del efectivo de la Armada Paraguaya involucrado, además de las nombres y apellidos de los dos civiles.
A la par, el Comando de la Armada Paraguaya, base Itapúa, emitió un comunicado que contradice la versión de los prefecturianos y testigos, y afirma que su subalterno intervino para asistir a “la canoa que le estaba ingresando agua y sus tripulantes corrían riesgo de hundimiento”. También adelantó que se ordenó un sumario paralelo para determinar lo sucedido.