El esfuerzo internacional para ayudar a Libia, víctima de inundaciones similares a un tsunami que dejaron casi 4.000 muertos y miles de desaparecidos, se aceleró este jueves, mientras la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU aseguró que la mayoría de las víctimas tras la tormenta Daniel “podrían haberse evitado” si los sistemas de alerta temprana y gestión de emergencias hubieran funcionado correctamente.
Aviones y barcos militares de países de Medio Oriente y Europa están llevando ayuda de emergencia al país norteafricano ya marcado por la guerra, según reportó la agencia de noticias AFP.
Además de los muertos y desaparecidos, decenas de miles de personas fueron desplazadas por las inundaciones repentinas del domingo, a raíz de la tormenta Daniel, que afectaron en particular a la ciudad costera mediterránea de Derna.
Los testigos compararon las inundaciones con un tsunami: dos represas del río Wadi Derna se rompieron y provocaron riadas de aguas y lodo que arrasaron edificios, vehículos y a las personas que se encontraban dentro de ellos.
Muchas personas fueron arrastrados al mar y el martes empezaron a aflorar cadáveres en el Mediterráneo, cuya agua se volvió marrón como el barro.
Tragedia evitable
“Se podrían haber emitido las alertas y las fuerzas de gestión de emergencias habrían podido llevar a cabo la evacuación de la población, y podríamos haber evitado la mayoría de las víctimas“, declaró Petteri Taalas, jefe de la OMM, organismo de las Naciones Unidas.
En este sentido dijo que la falta de pronósticos meteorológicos y de difusión y acción sobre las alertas tempranas contribuyó en gran medida al tamaño del desastre, consignó la agencia de noticias AFP.
Señaló que debido al conflicto interno de años que sacude el país la red de observación meteorológica “ha sido muy destruida”.
“Las inundaciones llegaron y no hubo evacuación, porque no había los sistemas de alerta temprana adecuados”, agregó.
Asistencia mundial
Las Naciones Unidas, los Estados Unidos, la Unión Europea y muchos países del Oriente Medio y el Norte de África están enviando equipos de socorro y asistencia, incluidos alimentos, tanques de agua, refugios de emergencia y suministros médicos.
La ONU prometió 10 millones de dólares para apoyar a los sobrevivientes en Libia, incluidas al menos 30.000 personas que, según dijo, se habían quedado sin hogar en Derna, lo que es casi un tercio de la población de esta ciudad del este de Libia antes del desastre.
“Las carreteras están obstruidas, destruidas e inundadas, lo que complica el acceso de ayuda humanitaria”, dijo la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Además, “los puentes sobre el río Derna que conectan la parte oriental de la ciudad con la occidental se derrumbaron”, añadió la organización de la ONU.
Según el portavoz del Ministerio del Interior del gobierno instalado en el este del país, el teniente Tarek al Kharraz, hasta el miércoles por la tarde se contabilizaron 3.840 muertos en la ciudad de Derna, de los cuales 3.190 ya fueron enterrados, y entre las víctimas figuran al menos 400 extranjeros, principalmente sudaneses y egipcios.
Más de 2.400 personas siguen desaparecidas según las autoridades, aunque un funcionario de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) informó que podría haber 10.000 desaparecidos.
Otro responsable de la Cruz Roja alertó contra el riesgo relacionado con las minas antipersona arrastradas a otras zonas por el agua.
La tormenta Daniel llegó a la costa oriental de Libia el domingo, primero a la metrópoli de Bengasi y luego hacia el este hacia las ciudades de Jabal al Akhdar (noreste), Shahat (Cirene), Al Marj, Al Bayda y Susa (Apolonia), pero sobre todo Derna.
Fuente: agencia de noticias Telam