El último jueves, alrededor de las 21.15 se detectó un foco de incendio en la Reserva Natural y Ecoturística Monte Seguín, que consumió unas cinco hectáreas de pastizales y fue controlado por la intervención de los bomberos voluntarios de Puerto Rico.
El segundo jefe del cuerpo de bomberos, Nicolás Carrasco, señaló a PRIMERA EDICIÓN que “nos alertaron aproximadamente a las 21.15 del jueves sobre el incendio. La gente veía que irradiaban las llamas de fuego y el humo hacia la zona oeste de Puerto Rico, que sería nuestro Parque Monte Seguín y no dudaron en llamarnos”.
La reserva está situada a unos 2 kilómetros del casco urbano de Puerto Rico y es un lugar muy rico en cuanto a conservación de especies vegetales y de biodiversidad que durante la gran sequía que afectó a toda la región resultó castigada, obligando a varias intervenciones de los bomberos, en especial durante los meses de altas temperaturas en el verano.
Carrasco contó que “al llegar a la reserva constatamos que había una superficie afectada de casi una hectárea por el fuego. Se trabajó para circunscribir eso, rodeando para tratar que no continuara expandiéndose”.
Previsión que sirvió
Resaltó el bombero voluntario que “fue importante el trabajo, en este caso, que se había hecho hace unos años y por sugerencia nuestra. La Municipalidad fue la que ejecutó en ese momento una línea cortacombustible, del ancho de una motoniveladora, tipo una retroexcavadora. Eso quedó para facilitar el acceso, para que podamos trabajar nosotros y tratar de evitar que en caso de un incendio no pase la línea hacia el parque de Monte Seguín. Es una parte de pastizales, lindantes al monte que forman parte”.
Carrasco puso énfasis en que “esa línea de defensa se había elaborado ya con la experiencia anterior y en que pudiera volver a suceder. Fue así que pudimos trabajar desde ese sitio hacia la parte del pastizal y no hacia la parte del monte, lo que ayudó muchísimo”.
Otro de los factores claves, marcado por Carrasco fue que “también las inclemencias del tiempo ayudaron porque el viento en esas horas casi no corría porque de lo contrario se podría haber complicado la operatividad. La luna llena contribuyó porque nos dio mejor visibilidad y pudimos movernos de manera más cómoda”.
Los bomberos voluntarios de Puerto Rico se destacan por su permanente compromiso con la comunidad, colaborando en distintas actividades y la capacitación permanente de todos sus integrantes.
Carrasco advirtió que “acá en Puerto Rico comenzó a llover alrededor de las cuatro de la mañana y eso también colabora para bajar el índice de peligrosidad de incendios en nuestra zona. Ahora, después de estas lluvias empezará a crecer el pastizal, el brote, y después hay que estar atentos porque si vuelve a helar provoca que muera el ‘material’ y que la gente entre en sobreconfianza y haga quemas”.