La incertidumbre económica que trajo consigo la devaluación y la corrida del dólar tras las PASO sigue afectando de distintas maneras al comercio y a las ferreterías en particular. No solo porque continúa la suspensión en la entrega de algunos productos importados, sino también por las fluctuaciones en los costos de los materiales y los cambios que provoca esto en la demanda de los consumidores.
“Perdemos mucha venta, la gente entra, pregunta, sigue mirando y se va. Si vienen con una lista de 10 artículos te compran uno o con suerte tres”, dijo a PRIMERA EDICIÓN José Galeano, al frente del mostrador en Ferretería Centro.
En una recorrida de este Diario para testear informalmente el mercado ferretero se pudo percibir, además, la aplicación de fuertes aumentos en los precios de todos los productos y no solo de aquellos que dependen de insumos importados, lo que claramente influye en las decisiones de compra de los clientes. El ejemplo es todo un símbolo: el paquete de clavos que costaba $1.600 antes de las Primarias actualmente se consigue en $2.350.
“Más que nada vemos una fuerte especulación de los grandes empresarios. Los pedidos que hacemos y que tienen envío confirmado de pronto, de la nada, nos dicen que no tienen la mercadería. Y es porque la están guardando”, sentenció.
“Nosotros ya sabemos cómo se manejan, porque cuando el dólar sube 20% ellos (por sus proveedores) ya subieron 200%. Constantemente están dibujando precios que después no bajan, cuando el dólar cae. Ese es nuestro principal problema, porque hay mercadería. El problema es que las listas de precios cambian de un día para el otro y en esto no podemos estar jugando con la gente cambiando las reglas del juego a cada rato”, lamentó.
Un panorama similar brindó Laura Romero, al frente de Casa Gabardini, quien reconoció que después de la corrida del dólar la semana pasada “hubo que aplicar una suba de 20% en todos los artículos”.
“Como decisión empresarial nosotros vamos a ir aplicando incrementos escalonados para no afectar a nuestros clientes, pero todo se disparó al doble”, explicó la mujer.
Y afirmó: “Encima de todo, desde la semana pasada muchas empresas no nos están vendiendo nada directamente”.
Pedidos frenados
Hugo Alberto Padrós, de Punto Ferretero, contó en tanto que los pedidos están frenados porque “ni los importadores ni los fabricantes quieren perder y se la pasan especulando”, graficó.
“Cuando el dólar se pega una disparada como la que tuvimos la semana pasada, que tocó los $800, nos subieron todo, pero ahora que se estacionó en $715 no nos bajaron nada y el problema genuino es que nuestras ventas se desploman”, analizó el hombre.
Con ese panorama aseguró que el consumidor se “queda quieto” y gasta lo indispensable para llevar sustento a sus hogares.
“Los arreglitos de la casa los va pateando para más adelante”, remarcó a la vez que afirmó “en ese escenario de imprevisibilidad, los comercios buscamos mantener nuestras ofertas y absorber costos para mínimamente mantener el margen de ganancias para subsistir y no perder clientes en el intento”, puntualizó.
Subas en el mismo día
Como denominador común en el resultado de las respuestas a las consultas de PRIMERA EDICIÓN, los comerciantes coincidieron que “hay faltantes” tanto en artículos de fabricación nacional (alambres, clavos, artículos de acero) como de aquellas maquinarias menores que se importan, por ejemplo compresores, amoladoras y similares.
“Un mes antes de las elecciones Acindar no entregó ni un solo clavo, pero ahora después que se disparó todo empezó a normalizar pedidos, pero con otros valores. Lastimosamente se especula demasiado y afecta al sector porque aparte de nosotros los herreros, plomeros, carpinteros, albañiles y demás tenemos que seguir trabajando”, se quejó Padrós por su parte.
“La semana pasada teníamos algunos pedidos pendientes de entrega y todavía no nos entregaron. Hace unos días fue una locura todo, al punto que la gente pasaba a la mañana a preguntar y si volvía a la tarde a comprar ya había otro precio”, dijo Laura Romero.