Luego de fracasar en el intento de derogar la Ley de Alquileres vigente, Juntos por el Cambio logró esta tarde la media sanción en Diputados a la reforma de la norma, que apunta a que el plazo de duración de los contratos vuelva a ser de dos años y la actualización de los precios sea cada cuatro meses.
Con 125 votos a favor, 112 en contra y tres abstenciones, la principal coalición opositora consiguió que avance su propuesta con el apoyo de los diputados de Córdoba Federal, de Identidad Bonaerense, del interbloque Provincias Unidas y del bloque SER.
El Frente de Todos, el Frente de izquierda y también La Libertad Avanza votaron en contra. En el caso del bloque liderado por Javier Milei se debió a que están decididamente en contra de cualquier tipo de regulación del mercado de alquileres inmobiliarios.
Los diputados del socialismo santafesino, Enrique Estévez y Mónica Fein se abstuvieron, mientras que el Interbloque Federal se dividió.
Tres años de cuestionamientos
La iniciativa que rige actualmente -sancionada en 2020, con contratos de tres años e indexación anual en base a indicadores fijos que combinan IPC y RIPTE– no dio los resultados esperados al calor de la inflación descontrolada y los cambios en el mercado inmobiliario, con un retiro incesante de unidades en alquiler tradicional producto del auge de los alquileres temporarios en plataformas extranjera y la retracción de la oferta a razón de otras formas de especulación inmobiliaria.
La reforma de la Ley de Alquileres era un asunto largamente postergado a raíz de las posiciones irreconciliables entre el Frente de Todos y la oposición: las reuniones informativas de la comisión de Legislación General habían comenzado en abril del 2022 y los dictámenes estaban listos desde julio del mismo año.
El escenario para Juntos por el Cambio en la antesala era desafiante y complejo, dado que el quórum estuvo en duda hasta último momento. Sin embargo, logró superar ese primer escollo con lo justo, al conseguir que 129 diputados de distintos bloques opositores se sentaran en sus bancas.
Pese a tener un dictamen propio desde el año pasado, la apuesta inicial que acordó Juntos por el Cambio era ir por la derogación de la mal llamada “Ley Lipovetzky”, pero se trataba de una misión imposible dado que al no tener dictamen para dicha iniciativa, se requerían las dos terceras partes de las voluntades para habilitar sobre tablas el tratamiento: fueron 124 votos a favor y 110 votaron en contra. .
Luego de este paso el falso, se pasó a votar el dictamen de mayoría del Frente de Todos, que fue previsiblemente rechazado. El oficialismo proponía sostener los pilares centrales de la actual ley con los tres años de duración de los contratos y la actualización anual de los precios en base a indicadores fijos como el IPC y el RIPTE.
La única novedad es que incorporaba una serie de incentivos fiscales para los propietarios, de modo tal de estimular la oferta de inmuebles en alquiler y paliar el fenómeno que se viene dando aceleradamente de retiro de viviendas del mercado.
El dictamen de minoría impulsado por Juntos por el Cambio que terminó con la media sanción es bastante más laxo en las condiciones contractuales, fijando dos años de plazo e indexación en base a indicadores que acuerden libremente las partes.
El proyecto opositor también incorpora una serie de estímulos fiscales para locadores, ventajas impositivas en el monotributo, en el impuesto a los débitos y créditos bancarios, y distintos mecanismos para que se pongan más propiedades en alquiler.
“En los contratos de locación de inmuebles con destino a uso habitacional, el precio del alquiler debe fijarse como valor único y por períodos mensuales, sobre el cual podrán realizarse ajustes con la periodicidad que acuerden las partes y por intervalos no inferiores a 4 meses“, indica el dictamen de minoría, donde se suprimió la parte donde se fijaba una periodicidad de “entre tres (por intervalos de 3) y doce (12) meses”.
Fuente: agencia Noticias Argentinas