A pocos días de festejar el tradicional Día del Niño, cada barrio busca de alguna forma que las infancias sean agasajadas. En medio de un contexto donde la pobreza avanza, no todas las familias tienen para comprar juguetes a sus hijos y las celebraciones barriales suelen ser el único momento de festejo para muchas infancias. Sin embargo, cada vez es más difícil para comedores, merenderos y agrupaciones vecinales solventar una merienda o regalitos para los niños.
Ser solidarios
La responsable del comedor y merendero Manantial de Vida, Mirian Morales, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “para el Día del Niño lanzamos esta campaña apelando a la solidaridad de las personas, de las distintas panaderías y distribuidoras de golosinas o gaseosas para este agasajo a los chicos que asisten a este comedor”.
Esto se realizará el 26 de agosto y hasta entonces buscan la colaboración de los vecinos: “Como todos los años, será una tarde de juegos y merienda, donde apelamos al buen corazón de todas las personas. Todos los años tenemos nuestros ángeles que se acuerdan de nosotros, que nos escuchan y ven en las redes, así que se van sumando”. En solidaridad, resaltó que “ya sea un paquete de caramelos, algún juguete, pack de gaseosa, todo suma. Como siempre digo, nada es poco”.
Como integrante de la Red de Cocineras Comunitarias, comentó que en los diferentes barrios buscan la forma de apañarse para organizar los festejos para las infancias: “Lo que sabemos es que cada uno se autogestiona, se organiza con pororó, alguna tarde de cine o prepara algo para que este mes no pase desapercibido para los niños, porque son nuestro futuro”.
En materia de asistencia alimenticia en la chacra 252, ubicada en el oeste de Posadas, Morales señaló que “es nuestro quinto año y según el último relevamiento, comenzamos con alrededor de 25 niños y en los últimos números tenemos alrededor de 120”.
En crecimiento
Desde el comedor y merendero Rayito de Sol, ubicado en el barrio Belén, Soledad Vallejos contó a este Diario que “hace 15 años estamos en el barrio” y con los vecinos “de lunes a viernes asistimos con la comida y el pan, donde tenemos anotadas más de 200 personas”. Aseguró que la cantidad de personas “fue creciendo con el tiempo”.
A su vez, “tenemos el merendero martes y jueves, donde la misma cantidad de gente viene a buscar la leche”. Para los alimentos reciben insumos desde el Ministerio de Desarrollo Social, sumado a colaboración voluntaria. Sobre la ayuda a los vecinos, explicó que “durante la pandemia abrimos el merendero, después también nos ayudó una organización social”.
En cuanto a las familias que acuden a buscar la comida, resaltó que “son muchas y antes de la pandemia nos quedaba algo de comida, pero ahora a veces nos falta. Incluso, no puedo sacar una parte para mi familia, lo mismo pasa con la leche”. Asimismo, “nos ayudan con algo de insumos la gente de Alimendar”.
Para el Día del Niño, comentó que “el 26 queremos hacer una merienda para los chicos, pero este año nos está costando juntar hasta las golosinas. Hasta ahora, lo único que tenemos seguro son el chocolate y las facturas, además de los juegos”.
Vallejos remarcó que esta celebración es importante ya que “quizás sea el único presente que van a tener los niños”. Sobre las familias que acuden al comedor y merendero, aseguró que “el que menos hijos tiene son tres chicos y hasta tenemos una vecina con 15 niños”.
A pulmón
En comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones, la integrante del merendero Divino Niño, Analía Ávalos, indicó que están preparando un agasajo también para el 26 de agosto: “Hace ocho años venimos preparando a pulmón la fiestita para los niños”. Está celebración se hará en el barrio Prosol I (calle 154 y 131 Casa 3, casi avenida Jauretche).
Para esta jornada, “todo lo hacemos a base de la venta de rifas y pollos, también muchos colaboran. Así logramos todos los años hacer una fiesta para unos 200 niños”. Los que quieran donar pueden colaborar con “harina, galletitas, lo que esté en su corazón”. También pueden acercar juguetes en buen estado, “aunque sean usados tratamos de pintarlos o arreglarlos”, añadió. Ese día, harán entrega de presentes con adornos y una tarde de juegos tradicionales: “Es una forma de que los chicos dejen un poco el celular y aprendan otros juegos”, relató.
Sobre el merendero, compartió que “concurren unos 30 chicos”. Para resolver la alimentación de los niños, contó que “tenemos una panadería, donde hacemos facturas. Antes lo hacíamos todo a mano, pero ahora contamos con refinadora, amasadora y hornos, para hacer panificados”.
De lunes a viernes, “trabajamos vendiendo eso a los vecinos, pero además producimos así para la merienda de los chicos, porque tratamos de que coman cosas ricas todos los días”.
En la organización del trabajo, indicó que son unas 30 mujeres, de ellas 10 se encuentran en panadería. Después, señaló que “todos los vecinos siempre nos apoyan con el tema de las ventas”.
Actualmente, expresó que “es bastante difícil todo, pero tenemos el apoyo del Movimiento Evita y hacemos todo con la panadería. Con esta venta, compramos todas las cosas que hacen falta”.