Instantes extremos se vivieron y sufrieron anoche en la chacra 151 de Villa Cabello, en la zona oeste de esta capital.
Pasadas las 20 una camioneta Toyota Hilux doble tracción llegó raudamente y estacionó frente al hospital René Favaloro sobre la avenida Tambor de Tacuarí casi Kolping.
De inmediato un padre descendió para solicitar que lo ayudaran a ingresar a su hijo ensangrentado. De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, la víctima ingresó ya sin signos vitales con una herida de arma de fuego en el rostro.
A la par de la labor de emergencia de empleados del hospital, efectivos de la comisaría Séptima de la Unidad Regional I se sumaron a la contingencia para intentar esclarecer lo sucedido y tomar las medidas necesarias para preservar el vehículo.
Se dio intervención al juez Correccional de Menores 2 de turno, César Raúl Jiménez y a la Dirección Policía Científica para requisar la camioneta y recoger las primeras evidencias.
Las mismas fuentes consultadas por este Diario adelantaron que dentro de la Toyota Hilux de color oscuro se hallaron varias cartas escritas, presuntamente por el adolescente de 13 años que se disparó en la boca con una pistola automática calibre 380 y que sería propiedad del progenitor.
Se desplegó un procedimiento de seguridad en la zona para la labor de los peritos policiales y para contener a los familiares del menor que llegaron consternados a constatar el trágico episodio y sus protagonistas.
La identidad del menor involucrado y de sus familiares, este medio se reserva la publicación. No obstante se pudo saber que se abrió una investigación para determinar certezas en torno a lo sucedido.
Ayer, hasta última hora, no trascendieron sospechas o informes que lo sucedido esté vinculado a algún hecho de mayor violencia o un ataque de terceras personas.
El tránsito por la zona fue cortado parcialmente mientras los expertos trabajaban en la camioneta tomar rastros de huellas dactilares, secuestrar el arma de fuego y registrar fotográficamente la escena.
Alrededor amigos y familiares del menor involucrado no lograron contener la conmoción y el dolor.