Sami, oriundo de Siria, y Jana, de República Checa, son una pareja de viajeros que hace más de una década llevan adelante este estilo de vida. Aunque cada uno comenzó con su travesía por separado, hace dos años, todavía en un contexto de pandemia, sus vidas se juntaron y comenzaron su historia de amor.
Este fue el puntapié inicial de un nuevo proyecto de viaje, que tiene como objetivo llegar algún día a Alaska.
Luego de recorrer Uruguay y Brasil, la pareja arribó a Misiones y visitó varias zonas, aunque actualmente permanece en el balneario Costa Sur de Posadas.
La aventura marchaba sin mayores inconvenientes hasta que semanas atrás, cuando estacionaron su van en un evento en Santa Inés, Garupá, fueron desalojados y perdieron todos sus elementos de trabajo: cámaras, computadoras, tarjetas de crédito, micrófonos, un dron y otros objetos.
Esta mañana Sami y Jana visitaron los estudios de FM 89.3 Santa María de las Misiones, la radio de PRIMERA EDICIÓN, para hablar acerca de su historia y también pedir ayuda a la comunidad a fin de encontrar sus pertenencias.
Vivir viajando
Jana es checa y hace doce años que emprendió la travesía fuera de su país natal junto a su mascota, la perrita Connie. Vivió en Inglaterra, en otros lugares y luego viajó a Uruguay.
Contó que con Sami se conocieron en 2017, entablaron una amistad y luego el viajó sólo a Europa. Pasó el tiempo y el sirio también visitó Uruguay, hace dos años, y allí fue cuando sus caminos volvieron a coincidir.
“Era todavía plena pandemia y en ese contexto surgió la idea de viajar, para no estar encerrados y así poder conectar con la naturaleza”, recordó Sami. En ese momento tenían una combi pequeña.
“Entonces recorrimos Uruguay, la costa de Brasil y después pudimos comprar una casa rodante más grande, que es la que tenemos ahora. Y seguimos el viaje hacia el sur de Argentina”, donde se quedaron seis meses, según agregó el joven.
La pareja viaja con una compañía muy especial. Connie, la mascota que estuvo a la par de Jana desde que inició su proyecto de viajera, actualmente vive con ellos y, “aunque es viejita, ya tiene 13 años, se adapta siempre porque se acostumbró a este estilo de vida”, resaltaron.
Para solventar los gastos que implica vivir en un proceso de movilidad constante, Jana, que es profesora de Inglés, brinda clases particulares de forma online. Por otro lado, Sami, quien es antropólogo social, escribe acerca de su proyecto con temáticas relacionadas a la globalización y la experiencia de vivir de manera “transnacional”, entre otros artículos de esta índole.
Visita con sabor amargo
Desde un principio, la pareja dejó en claro que “no tenemos nada en contra de Misiones” y valoraron lo enriquecedor de vivir una experiencia distinta en cada lugar que conocen. “Esto que nos pasó (por el robo) es una etapa del viaje, así como pasan cosas buenas pueden pasar cosas malas, es una caída y siempre se aprende algo. Ahora tenemos muchos conocidos y amigos que nos están ayudando y son serviciales”, reflexionó Sami.
Precisamente en cuanto al hecho, relató que semanas atrás habían asistido a un evento en la quinta llamada ‘Mamá Chela’, ubicada en Santa Inés, Garupá. Dejaron la casa rodante en el espacio del estacionamiento, y cuando regresaron, notaron que les habían robado todos sus equipos de trabajo.
“Lamentablemente los dueños del lugar dijeron que quieren ayudar pero hasta ahora no hicieron nada. Había muchas personas en el lugar pero no había nada de seguridad, ni cámaras, ni un guardia, nada. Después nos enteramos que había una persona supuestamente cuida coches, que había estado forzando varios autos”, contó Sami.
Dijo que no sólo les sustrajeron las computadoras, sino también los discos externos. “Eso guardábamos como oro, es una pérdida muy importante para nosotros porque en esos discos tenemos años de trabajo”.
En cuanto al avance de la investigación, el viajero aseguró que permanentemente consultan a la Policía si hay pistas o alguna nueva información, aunque hasta el momento no supieron nada relevante. “También intentamos hablar con el intendente de Garupá, pero no quiso recibirnos”, añadió.
Un dato no menor que podría ayudar a identificar las computadoras, es que la de Jana está en alemán, y la de Sami en árabe. “Esas son cosas que no se pueden cambiar, así que es fácil reconocerlas”, insistió.
A pesar del mal momento que les toca atravesar luego del robo, la pareja sostuvo que “tenemos fe en las autoridades y la gene de Misiones, en que van a aparecer nuestras cosas”. En este punto, destacó la colaboración de varios vecinos y amigos que se han hecho aquí durante el último tiempo, ya que les brindaron hospedaje, comida y asistencia en general.
“Nuestro equipos nos ayudaban a sobrevivir porque los usábamos para trabajar. En los discos externos sobre todo tenía toda la información para dar mis clases por ejemplo; ahora no puedo enseñar y mis alumnos están esperando”, explicó Jana.
Tal es el valor de sus pertenencias, que los viajeros aseguraron que ofrecen 150.000 pesos argentinos de recompensa, para quien aporte alguna información fundamental a fin de encontrarlas.
Ante cualquier dato que algún ciudadano quiera aportar, la pareja indicó que se comuniquen a su cuenta de Instagram @masaralternativo, o bien, pueden encontrarlos presencialmente en el sector de parada de la playa Costa Sur de Posadas.
“Tenemos fe en que vamos a recuperar nuestras cosas y podremos seguir nuestro viaje, y saldremos de nuevo en la radio y los medios pero para agradecer”, enfatizaron Sami y Jana al finalizar la entrevista