“Posadeña linda pequeña flor de mburucuyá”, fue cuando la reconocida intérprete hizo que la Peña Itapúa explotara y a las amigas, excompañeras del colegio Santa María les hizo sentir una emoción tan fuerte que a todas se nos puso la piel de gallina.
Después de 38 años de vivir en Buenos Aires, Patricia Gaona regresó a su tierra, a su casa, a Posadas llena de azahar, y le cantó al río, nos cantó como solo ella sabe hacerlo. Acompañada de unos músicos excelentes, Alberto Encina en guitarra, Daniel Fiorino hijo en bajo y Sergio Tarnoski en el acordeón.
Dijo Patricia, “Por el río volveré” y un día “regresé a mi tierra para cantarte”. Confesó emocionada al escuchar los aplausos y ovaciones “a esto vine, a sentir el contacto con mi gente, mi familia, mis amigos”, y damos fe que era así. Extrañaba tanto su tierra y esperaba ansiosa el día en que pudo regresar, luego de culminar sus años como docente.
Regresó casada con Ramón Osvaldo Quiroga, también músico y cantante misionero, para volver a armar su nido frente al río Paraná y seguir cantando. Y volverá a Buenos Aires donde reconoce que fue “muy feliz”, pues allí nacieron y residen sus hijos y su bella nieta Luz.
Misionera del canto
Fue precisamente la artista la primera en recibir el premio homenaje como Misionera del canto, un reconocimiento que inició la Peña Itapúa para nuestras mujeres, las que nos llenan el alma con sus interpretaciones.
Le entregaron la estatuilla tallada por el artista Víctor Vazquez de artesanías del Paraná, creada en madera con un arpa labrada en plata, Luis Stivala, miembro de la Comisión organizadora de la Peña y de la vicepresidente, María Esther Neris.
Las amigas del colegio
Del grupo de amigas exalumnas del colegio Santa María estuvieron presentes Viviana Zalazar, Claudia Sorol, María del Carmen Espíndola, Patricia Clérici, Norma Wolf y quien escribe, Rosanna Toraglio.
Todas felices de escuchar a quien fue su intérprete en todas las fiestas, en todos los actos del colegio y hasta en los bares que visitamos durante el viaje de fin de estudios a Bariloche. Siempre Patricia dejando una huella, llevando con su voz maravillosa el canto de la tierra colorada. Durante su trayectoria viajó a Europa, cantó en escenarios de Italia y España, en la Argentina y en todos los rincones de nuestra provincia.
Ella se siente orgullosa “de haber podido conocer a los autores de las canciones que interpreto”, pues desde pequeña, en sus inicios ya los grandes cantautores la reconocieron como una gran voz. Sus padrinos del canto son nada menos que Alcibiades Alarcón y Ramón Ayala.
Desde los 7 años se expresa con el canto, comenzó con Bebi De Indio y a los 12 años ganó el Festival de Folclore en Jardín América y a partir de ahí nunca dejó esta hermosa profesión. Grabó ocho discos y fue la Peña Itapúa el primer lugar donde cantó y volvió a hacerlo a sala llena, aplaudida con su público de pie.