Con modalidad mixta -presencial y virtual- la licenciada en Psicopedagogía, máster en Neuropsicología Clínica y especialista en Nivel Inicial Mariela Caputo disertó en Posadas en el marco del Curso de Titularización para Cargos Jerárquicos del Consejo General de Educación que comenzó en abril y seguirá hasta fines de octubre.
Con la misma didáctica que pregona, la especialista se refirió sobre innovación educativa y durante casi tres horas logró un nivel altísimo de participación de los docentes.
Caputo señaló que muchas veces los docentes están concentrados en los contenidos y saberes que quieren enseñar y no ven a sus alumnos. Por ello, aseguró que “transitar el aula significa estar a la par, conocer a las familias, saber quiénes son, cómo comparten el tiempo con sus hijos. Hay que contemplar a las escuelas situadas geográficamente, el contexto sociocultural de la escuela. La naturaleza alrededor, los caminos… no somos directivos o líderes volando, sino en contexto con las familias”.
Partiendo de este reconocimiento del entorno, la especialista indicó que “podemos conectarnos e incentivar a nuestros chicos a conocer este hermoso mundo que habitamos. Los chicos de hoy tienen esas habilidades de llegar con distintas herramientas a conocer el mundo. No hay que tener miedo a pedirle a los chicos que nos enseñen a usar estas herramientas”.
No hay proyectos sin estrategia
Caputo se refirió a la importancia de los proyectos en educación y advirtió que “no podemos pensar proyectos sin estrategia y la gran estrategia para que se desarrolle un proyecto es con liderazgo”.
Con un video difundido en TikTok (un hombre que comienza a bailar en un espacio público, al que luego se suma otra persona que convoca a los observadores y, posteriormente una gran cantidad de personas se suman al baile) la especialista mostró el concepto de liderazgo, “¿Quién es el líder? ¿El que inició el baile o el primero en sumarse e invitar al resto? El primero es el disruptivo, el que genera, pero si no hubiera tenido seguidor habría quedado como loco. Pero el segundo es el que motiva ese movimiento, es el que convierte al primero en líder. Generar un proyecto consiste también en encontrar al ‘loco bailarín’, es buscar a los docentes ‘locos’ con proyectos; buscar docentes en otras escuelas con proyectos que estén funcionando”, destacó.
En este contexto, recomendó “no inhibir las ideas, entender que a veces hay instancias parciales para poder desarrollarlo y lograrlo. El rol del líder es acompañar y coordinar. Los proyectos no transitan solos, no podemos quedarnos encerrados trabajando con la computadora porque el proyecto nos pasará por delante. Traten de volver al docente para saber cómo les fue, qué pasó”.
“No somos los únicos responsables en educar”
Caputo señaló que se habla mucho de innovación educativa como cambio, pero “necesitamos tener estrategias específicas para generar ese cambio. La innovación educativa tiene que tener un sentido y tiene que estar claro que el objetivo es beneficiar a los alumnos”.
Señaló que en la perspectiva docente, “decimos qué enseñamos pero debemos preguntarnos qué queremos que ellos aprendan. La innovación educativa es trascender a la cultura y claramente a la escuela le pedimos mucho: los docentes tienen que trasmitir cultura, valores y hábitos… es una responsabilidad muy grande, pero podemos entender que podemos hacer un parate, ver cómo vamos, hacia dónde vamos, pedir ayuda e incluir a la comunidad, no somos los únicos responsables en educar a los chicos”.
Motivación de los docentes
Una postal frecuente del aula muestra a los alumnos aburridos y cansados y eso es una barrera del aprendizaje. Al respecto, Caputo recordó que “el diseño curricular es nuestra guía y Norte. Pero tenemos que pensar prácticas motivadoras para los chicos. Tenemos que tener claridad en los contenidos que queremos trabajar, las aptitudes que queremos lograr y los procesos para lograrlos. Las habilidades que se esperan de nuestros niños de hoy y enseñar entre pares”.
Indicó que la innovación significa afrontar los desafíos, pero en este proceso “la escuela tiene que abrazar todos los trayectos pedagógicos que se vienen desarrollando. Sumar calidad sin desestimar lo que se viene desarrollando. No podemos obligar al docente a hacer algo que no siente, la transformación no es obligatoria. Hay que motivar a los docentes y ese es el desafío como líderes, buscar el equipo de trabajo: los jóvenes que conocen las herramientas y los más antiguos que dan sostén a este trabajo”, remarcó.
Admitió que el proceso es lento y no es fácil, pero el sistema educativo debe darse el tiempo para lograr la alfabetización digital. “Como directivos, tenemos premisas para iniciar ese cambio: primero la motivación y voluntad para participar de estos proyectos, el saber (capacitarnos para conocer ) y poder, es decir pasar a la acción. La innovación y cambio está en el trabajo colaborativo, tenemos que ver que nuestra escuela tiene capacidad de mejora y podemos trabajar con todo su equipo, incorporemos a todos los profesores, a las familias”, indicó.
Crisis educativa
La especialista no eludió hablar del sistema educativo y la crisis que atraviesa. “Estamos en crisis. Todavía hoy estamos padeciendo las secuelas de la pandemia. En las pruebas ERCE, el 46% de los alumnos de tercer grado de Argentina están en el nivel más bajo de lectura, comprensión y fluidez. También fueron muy bajos los rendimientos de los alumnos de los niveles socioeconómicos más altos. En Latinoamérica estamos por debajo de países como Perú, Ecuador y Chile, entre otros. La educación está en crisis y por eso tenemos que sumar y trascender, generar estrategias que hagan que el sistema educativo no falle. Somos parte del sistema y tenemos la responsabilidad de que no falle”, aseveró.
El cambio en educación “es urgente para nosotros”
Según analizó la especialista en educación, “no hay un punto de inicio o de partida para iniciar un proyecto de innovación: cuando surge la idea hay que iniciarla”.
Indicó además que, para que los cambios se produzcan “debemos crear la cultura de innovación en nuestra escuela. Quizás no puedan capacitarse todos los docentes, pero podemos enviar a dos o tres y que vayan rotándose… esta es también una manera de potenciar al docente”.
Para Caputo, “el cambio en educación es urgente para nosotros, no podemos mandarlo a la próxima gestión. Hay que tener la posibilidad de entender lo que pasa del otro lado, la empatía es importante”.
En tanto, destacó que el liderazgo tiene que incluir el aprendizaje inclusivo “porque todos los chicos tienen derecho a aprender”.
Se refirió también a la revolución digital que transita la sociedad actual e incluyó la inteligencia artificial como parte de este fenómeno: “El punto débil de esta revolución digital es la distancia, gente que sabe mucho de tecnología y gente que sabe mucho de pedagogía. ¿Cómo hacemos para unir, hacer ese puente? Invitemos a los facilitadores tecnológicos al aula, a estar con los docentes para poder generar puentes cada vez más sólidos”.
“Los juegos involucran y enseñan”
Cuanto más motivadas están las personas, más aprenden. Por ello, Mariela Caputo reivindicó lo lúdico en la educación, “el juego no debe terminar en el jardín de infantes o la primaria, tiene que ser infinito porque involucra y enseña, necesitamos estrategias que tengan que ver con la motivación porque si no los perdemos”, destacó.
Otro recurso que recomendó para los proyectos de liderazgos de innovación es lo multigeneracional: “traigamos a los abuelos, padres y familiares a la escuela, a personas que tengan experiencias de vida para que se comuniquen con los chicos”.
Aunque puso en duda que las redes sociales sean “la mejor herramienta”, admitió su potencial, “tienen que estar de nuestro lado, no en contra. Tenemos que entender que para los chicos de hoy es más fácil seguir a una influencer que escucharnos a nosotros en una clase. En vez de ponernos en contra, necesitamos aliarnos. Lo mismo con el GPT, pensamos que es un enemigo, que no nos dejará evaluar, que ahora nos van a copiar todo en las pruebas… pero necesitamos aliarnos a esa tecnología, trabajamos en enseñarles a usar y a buscar contenido de calidad. En TikTok hay educadores, hay científicos, movimientos que tienen que ver con cuestiones de género, de cultura… hay hasta ONG que tienen contenido en TikTok”.
“El tercer profesor”
Caputo indicó que en innovación educativa se está teniendo en cuenta también el espacio físico y el diseño del espacio al que se lo llama “el tercer profesor”. Advirtió que “no es necesario comprar muebles, se puede rediseñar las aulas cambiando la ubicación de los bancos para que ya no estén de frente al pizarrón, de modo tal que ese espacio sea contenedor de los aprendizajes. También se puede agregar espacios de descanso y trabajo en grupo”.