Algunos de los gremios más grandes de Argentina comenzaron las negociaciones para obtener aumentos salariales que vayan en línea con la inflación esperada para los próximos meses. Pretenden cerrar los acuerdos en las próximas semanas y asegurarse los ajustes antes de las próximas PASO.
Los sindicatos que están renegociando las pautas del tercer trimestre del año reúnen en total 2,3 millones de trabajadores. Representan algo así como la “crema” del mercado laboral: empleados en relación de dependencia, especializados en distintas profesiones, y con los mejores salarios del país.
La ola de negociaciones no debe excluirse del clima político, en el tramo hacia las PASO. Algunos de los grandes gremios, que ya han mostrado su respaldo a la candidatura de Sergio Massa, tendrán recomposiciones salariales antes del 13 de agosto, cuando se celebrarán las primarias.
Desde el equipo económico ven con aceptación la apertura alcista de las negociaciones salariales, de manera que una porción relevante de trabajadores pueda obtener una recomposición del poder de compra, perdido tras la aceleración inflacionaria de los últimos meses.
“Siempre y cuando no haya demasiadas tensiones, que metan ruido en la campaña”, dice a iProfesional un colaborador del ministro de Economía.
Algunos economistas observan que los márgenes de ganancias de las empresas se incrementaron en los últimos meses, en línea con la aceleración en la suba de los precios. Esa es la foto, producto de la mayor incertidumbre, con empresarios que no saben si van a poder seguir comprando insumos en el exterior, por ejemplo, ante la escasez de dólares.
“Todos sabemos que es una dinámica insostenible. Pero vemos bien que los sindicatos también se reacomoden. No sea cosa que el malestar de los trabajadores empeore antes de las elecciones”, completa el funcionario.
Reclamos y acuerdos
El primer sindicato que llegó a un acuerdo, en las últimas horas, fue la UOCRA (construcción). Los albañiles obtendrán un incremento del 29,6% para el trimestre julio a septiembre, que se suma al ajuste del 58% que esos trabajadores obtuvieron durante el primer semestre de este 2023.
En plena negociación se encuentran algunos de los principales sindicatos, algunos de los cuales se ubican bien cercanos políticamente al ministro de Economía.
Tal es el caso de la UOM, que está reclamando un 40%-30% para el próximo trimestre (julio a septiembre) y 10% adicional por el trimestre ya pasado, en el cual habían convenido un incremento del 18,8%-, además de un bono compensador de $60.000.
Los empleados de Comercio, el sindicato más grande con 1,2 millones de afiliados, están pidiendo un incremento cercano al 30% para el tercer trimestre, que se sume al 19,5% otorgado en el período abril-junio.
En el mismo escalón se sitúan los empleados de la Sanidad, representados por unos de los titulares de la CGT, Héctor Daer. Algo que ya había rubricado en el caso de las empresas prepagas y los sanatorios (aumentos mensuales del 8% durante un semestre).
Los que también se preparan son los bancarios, que acordaron aumentos del 66% pero cuyo convenio vence este mes, justo en la previa de las PASO.
Algo similar sucede con los ferroviarios, que hicieron un acuerdo que vence en agosto y que se preparan para negociar lo que viene.
Mesa de diálogo
Tras la llegada de Daniel Scioli a la campaña de Sergio Massa -una sorpresa por la mala relación personal entre ambos-, en las últimas horas también se confirmó el nombramiento de Julián Domínguez, el ex ministro de Agricultura que se alejó del Gobierno tras la asunción del tigrense.
La convocatoria a Domínguez se relaciona con la pretensión del ministro de Economía de confirmar -¿ahora sí?- una mesa de diálogo entre empresarios y gremialistas en medio de la campaña electoral.
Domínguez es actual director de proyectos especiales de SMATA, que conduce Ricardo Pignanelli, y además es coordinador técnico de la Confederación de Gremios Industriales. Massa cree que puede ser útil en la organización de la mesa de diálogo social.
El ministro quiere que las discusiones salariales transiten por un buen tono, sin que haya conflictos pero tampoco aceptará que los empresarios se pongan duros en las negociaciones. “Se busca una especie de ‘Precios Justos’ en las paritarias”, grafica un funcionario del equipo económico.
Lo que también está claro es que, para el ministro, una realidad es la que transitan las grandes empresas -formadoras de precios en los distintos sectores de la economía- y otra muy diferente es la que viven las PyMEs, más atadas a la problemática diaria. A ellas la inflación les está pegando tanto como a los bolsillos de la mayoría de la población. Para las grandes empresas, la amenaza de un bono obligatorio siempre está latente, aunque Alberto Fernández planteó consecutivamente sus reparos a esa instrumentación.
Por ahora no habrá ningún planteo de este tipo sino que, más bien, Massa apuesta a una negociación sensata.
Apenas 166 dólares por mes
Ya varios gremios vienen discutiendo ajustes en las paritarias, a partir de que la inflación se disparó muy por encima de lo previsto. En el llamado oficial, se recordó que en la anterior sesión del 21 de marzo se acordaron los nuevos montos del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) y prestaciones por desempleo, en distintas vigencias.
Allí, se determinó un sueldo mínimo de $80.342 y una base de prestación por desempleo de $24.440,33 (el máximo es de $40.733,88).
En el marco de la inflación y los aumentos de precios, se reconoce que “resulta pertinente decidir la convocatoria a sesión plenaria ordinaria del Consejo, con el fin de actualizar los montos”. La definición también impactará en el valor de los planes sociales que otorga el Gobierno.
Salario mínimo medido en dólares
En Argentina por ley las remuneraciones tienen que pagarse en la moneda de curso legal, que es el peso argentino. No obstante, se puede hacer el cálculo de cuánto equivale el salario mínimo en dólares.
Claro que para determinar el salario mínimo en dólares, en la Argentina siempre estará la complicación de definir a qué tipo de cambio se realiza la conversión a moneda extranjera.
Asimismo, hay que advertir que en relación a los sueldos que se pagan en la región, los expertos coinciden en que el salario mínimo en dólares en la Argentina se pulverizó en los últimos años, e incluso los sueldos ejecutivos no tienen valor frente a lo que se paga a sus pares o incluso a sus reportes en países vecinos.
El Salario Mínimo en la Argentina es un valor que define y actualiza periódicamente el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, un órgano tripartito que reúne a las cámaras empresariales, los representantes de los trabajadores (sindicatos, gremios, etc.) y al Estado nacional y el Consejo Federal del Trabajo, compuesto por autoridades de Trabajo de los gobiernos provinciales.
Por ley, el sueldo básico legal se expresa y se paga en pesos argentinos. Al cierre de este artículo, para junio de 2023 la cifra era de $ 80.342 por mes para trabajadores mensualizados. A la vez, el salario mínimo por hora en Argentina en ese período era de 439,94 pesos.
Esto quiere decir que al valor oficial que brinda el Banco Central de la República Argentina (BCRA) en junio de 2023 -que era de $ 267 la unidad- el salario mínimo en dólares que se paga en Argentina era de US$ 300,90 por mes o de 1,64 dólares la hora.
No obstante, si se toma la cotización “libre” (no oficial) a la cual se vende el dólar en la Argentina ($493 por unidad), el mismo salario mínimo en dólares cotizaba a menos de 163 dólares por mes y a menos de un dólar la hora.
Algo similar ocurre con la cotización del dólar futuro o MEP (483 pesos por dólar). En ese caso, un salario mínimo en dólares en la Argentina equivaldría a 166 dólares por mes y 0,91 dólares la hora.
El próximo informe técnico salarial del INDEC para el período mayo/23 se conocerá el 26 de julio.
Fuente: Medios Digitales