“Ni Domingo Cavallo logró lo que Sergio Massa. Ser ministro de Economía y candidato presidencial al mismo tiempo. Con Wado en la boleta estaba fuera del ring y nadie le habría atendido el celular para intentar poner un precio justo pero, de alguna manera, logró la bendición de la mayoría de las tribus peronistas y tiene oxígeno hasta las primarias”, explicó, en su jerga, un avezado negociador político de Casa Rosada.
Porque la realidad es que si Sergio Massa no hubiera accedido a la precandidatura presidencial por Unión por la Patria su poder de influencia sobre los agentes económicos hubiera sido casi nula o testimonial. ¿Qué empresario se hubiera mostrado conciliador con su política de precios si no fuera un candidato con posibilidades o qué acreedor refinanciaría o abriría una línea de crédito para un gobierno que está de salida?
Por ello, la presión más grande entre todos los presidenciables con posibilidades de ser electos, recae sobre el actual titular del Palacio de Hacienda.
Adquirió oxígeno hasta las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se realizarán el próximo 13 de agosto, pero deberá gestionar medidas económicas fundamentales que le permitan ser un candidato competitivo hacia el día de las elecciones generales del 22 de octubre y para ello se basará en unos pocos pilares que le habilitarán alcanzar su objetivo de llegar a la cima del poder.
Las claves para convencer al Fondo y llegar a octubre
Bajar la fiebre inflacionaria es el requisito principal y previo a cualquier posibilidad de tener un buen rendimiento electoral el 13 de agosto.
El intento será más modesto que el prometido y registrado en el Presupuesto nacional, que prevé un 60% de inflación anual de imposible cumplimiento si se toma en cuenta el acumulado de los primeros cinco meses del año que arroja un 42,2% de aumento.
Se intentará que el índice de precios arroje una cifra por debajo del 7% de incremento mensual.
Ese dato tendría al número 6 como protagonista para junio y se desprende de las mediciones realizadas durante los primeros siete días hábiles del sexto mes del año.
Algunos voceros de Sergio Massa prenden una vela a San Expedito, para que la tendencia al enfriamiento de los precios se sostenga a pesar que los ciudadanos continúan registrando incrementos en varios productos que consumen en su vida diaria.
La población más carenciada es la que más siente los aumentos de precios por adquirir productos de primera necesidad en comercios o bocas de expendio alejadas de controles y acuerdos por precios minoristas.
A pesar de que el mundo financiero y los integrantes del círculo rojo tomaron nota que los candidatos presidenciales propuestos por las coaliciones políticas son de índole pro mercado hay una medida económica ortodoxa, que no será adoptada en estos 50 días hacia las PASO con la que Sergio Massa fue beneficiado.
Devaluar la moneda, como exigen en el FMI y en círculos económicos locales ligados al comercio exterior, continuará siendo un anatema durante el resto de la administración de Alberto Fernández.
Tanto para el Presidente como para su vice, Cristina Fernández de Kirchner, esa medida provocaría una llamarada inflacionaria que terminaría con las posibilidades electorales del oficialismo en cualquier lugar que presente candidatos.
Sin embargo, en el quinto piso del Ministerio de Economía, los asesores de Massa saben que el próximo gobierno deberá realizar un plan de estabilización de las variables económicas y hay algunos funcionarios que le han expresado al candidato presidencial que es hora de comenzar a estabilizar un buque que hace agua por todos lados.
Una batería de medidas que tiendan hacia un ajuste fiscal que reduzca el déficit público, un ítem que su gestión viene cumpliendo.
El déficit fiscal primario del Sector Público Nacional (SPN) representó los 247.641 millones de pesos al cierre de mayo de 2023, lo cual significó una caída del 28,9% en términos reales con respecto al mismo mes del año pasado. Se trató del retroceso más fuerte observado desde enero.
El peso del recorte se nota en las partidas para asignaciones familiares, caída del 36,8%, en las jubilaciones, cuyos valores retrocedieron un 10,2% en términos reales medidos de manera anual y de asignaciones universales que retrocedieron un 26,3%.
El gasto primario del Sector Público Nacional alcanzó los 2.559.222,5 millones de pesos y presentó una suba de 98,2%, pero en términos reales, excluidos los efectos de la inflación, se registró una caída de hasta el 7,5% interanual.
Este fue el principal factor explicativo de la caída del déficit en mayo, cuestión que resulta imprescindible para arribar a un acuerdo con el Fondo Monetario y desbloquear la llegada de los tan necesitados desembolsos al Banco Central.
A la espera de un guiño para ser competitivo
Precisamente, el siguiente pilar con el que cuenta Sergio Massa para apuntalar su candidatura, es lograr un acuerdo con el board del Fondo Monetario Internacional (FMI) que le permitirá cumplir con las obligaciones contraídas con ese organismo de crédito y, de paso, sobraría una suma para controlar y mantener a raya el mercado cambiario tendiente a desvalorizar el peso.
Para estos días, la tesorería del Fondo aguarda por los 2.700 millones de dólares de parte de la Argentina que decidió postergar el giro hasta el 30 de junio.
Desde entonces y hasta la realización de las elecciones PASO, en Washington se espera que ingresen 4.300 millones más. En julio vencen 2.700 millones y los primeros días de agosto otros, 700 millones de dólares. Además, hay que honrar deudas con los bonistas privados por 1.000 millones de dólares más.
Por ello, si Massa viaja a Washington en algún momento de los próximos diez días, será porque regresará a Buenos Aires con un orden de pago de 10.000 millones de dólares que le permitirán llegar sin sobresaltos cambiarios a las elecciones de agosto.
Asesores del ministro explicaron a este medio que las fechas claves para esta operación serán los primeros días de julio. Massa viajaría para “fijar los detalles del acuerdo en el que están trabajando en estos momentos nuestros funcionarios, se pagará el tramo del mes de junio que viene con discusiones y retornaría con la quinta revisión del FMI aprobada por su directorio”.
El optimismo parece justificarse por el clima político mundial favorable que incluyen apoyos de los presidentes de Brasil, “Lula” Da Silva; de México, Andrés Manuel López Obrador; y por la administración demócrata de Joe Biden, a pesar que, los mercados están comenzando a observar con interés los activos de los países emergentes, cuestión que ha llevado a naciones como Nigeria a devaluar su moneda y a países como Turquía y Egipto a analizar esa posibilidad adoptando políticas monetarias ortodoxas.
Gasoducto Néstor Kirchner: el arma clave de Massa
Ahora bien, su acto de lanzamiento formal, lo tendrá el 9 de julio. Durante el día patrio se inaugurará formalmente el Gasoducto Néstor Kirchner que une Vaca Muerta en Neuquén con Salliqueló en Buenos Aires, y se realizará en medio de una gran fiesta popular.
Allí se escucharán discursos que anunciarán la reversión del Gasoducto Norte, una obra clave para abastecer con gas a las provincias del noroeste afectadas por la declinación productiva del fluido en Bolivia y trazar planes para exportar gas de Vaca Muerta a las industrias de Brasil, además de resaltar el ahorro de divisas que se producirá a futuro al no tener que importar combustible en buques regasificadores que agotaron, en parte, las reservas del Banco Central durante el pasado invierno.
“Si todo sale según estas directrices generales. Sergio tiene posibilidades de estar entre los más votados en agosto, llegar competitivo a octubre y, entonces, el dilema que se le presentará al ministro candidato será si debe renunciar a su puesto y dejar a un técnico de su confianza en el Palacio de Hacienda para dedicarse de lleno, de septiembre en adelante, a su sueño presidencial”, explicó uno de los asesores que más escucha Sergio Massa.
IPC: qué dicen las consultoras
Los últimos informes de las consultoras que habitualmente monitorean la inflación coinciden, a grandes trazos, con la tendencia relevada por el Gobierno.
EcoGo, dirigida por la economista Marina Dal Poggetto, midió 0,9% en la cuarta semana de junio. La proyección de EcoGo da 7% para todo el mes. Para las últimas cuatro semanas, la medición acumulada fue de 5,7%.
Las claves de la desaceleración de la semana pasada -más corta por el feriado XXL- se vinculan con que, salvo por tres rubros, el resto dio cerca del 0%. Los tres rubros más “picantes” fueron Panificados (+2,5%); Frutas (+2,1%) y Fiambres (+1,8%). En LCG tienen registros similares. Para las últimas cuatro semanas, la inflación acumulada alcanzó al 6,8%.
El alivio en el equipo económico se relaciona con la posibilidad de mostrar un segundo mes consecutivo de desaceleración inflacionaria, tras el pico de 8,4% de abril y el 7,8% de mayo.
Los propios funcionarios hablan de dos hechos que están ayudando a esa tendencia: la estabilidad cambiaria -un dólar libre que se quedó algunos escalones por debajo de los 500 pesos- y la baja de la inflación de los alimentos y la energía a nivel internacional.
El desafío en las PASO con Grabois: ¿puede bloquear a Milei?
El dato más interesante que dejan las mediciones de cara a las PASO es que en el sondeo de M&F Larreta surge como el más votado individualmente con el 19,7% y detrás suyo aparece Milei con 17,1% seguido por Massa con 12,8% y recién después Bullrich, mientras que en las encuestas de Proyecciones y de Opinaia, el libertario aparece en el primer lugar.
De acuerdo a los sondeos, el único que podría bloquearle ese escenario a Milei sería Massa, quien advirtió varias veces puertas adentro de Unión por la Patria sobre el riesgo de que el libertario se ubique en las primeras posiciones de las PASO por el coletazo en el mercado cambiario.
Sin embargo, ocurren dos cosas. Por un lado, a Unión por la Patria le conviene el crecimiento de Milei porque le resta votos a Juntos por el Cambio mientras que, por el otro, para evitar que el candidato de La Libertad Avanza sea el primero o el segundo más votado de las PASO el ministro necesitará que Grabois no se quede con el electorado más progresista del oficialismo que hubiese preferido a “Wado” de Pedro.
Los tres sondeos se llevaron a cabo antes del cierre de listas que bajó a De Pedro de la candidatura presidencial a la de senador nacional. En la encuesta de M&F el referente de La Cámpora mostró una intención de voto de 10,2% para las PASO y Grabois el 1,7% contra el 12,8% de Massa.
Si los votos de De Pedro fueran hacia Massa, el ministro no solo superaría a Milei sino que lo desplazaría al tercer lugar dado que también se ubicaría por arriba de Larreta en las PASO con más de 22%. En cambio, si se inclinaran por Grabois no solo se beneficiaría el libertario sino que el ministro le sacaría poca ventaja al único rival que le queda en pie.
Una situación muy similar se desprende del sondeo de Proyección Consultores, que le daba a De Pedro un 14,1%, a Massa el 8,3%, a Grabois el 1,5% y a Daniel Scioli -el otro corrido de la carrera) un 5,9%, mientras que Milei aparece como el más votado individualmente con el 18,9%, por arriba del 14,5% de Bullrich y el 11,7% de Larreta. De acuerdo a esos números, solo con las adhesiones al camporista expresadas por los consultados en ese sondeo Massa podría pensar en superar tanto a Milei como al más votado de JxC.
Así, mientras la interna de Juntos por el Cambio parece tener un final más abierto que la de Unión por la Patria, donde se estima una victoria casi segura para Massa, la compulsa oficialista entre el ministro y Grabois tras el paso al costado del candidato K es la que podría tener más efectos de cara a los comicios generales de octubre. En ese marco, la fuerte apuesta del oficialismo por la provincia de Buenos Aires toma otro color: allí es donde “Wado” de Pedro se postula como candidato a senador nacional y, de acuerdo a los números de estas encuestas, su tracción podría ser clave para Massa.
Fuente: iprofesional.com