Fue capturado ayer el hombre acusado de matar a Jessica Duarte (31). Se trata de Juan Carlos Krisezuk (52), su expareja y padre de uno de sus dos hijos, quien era buscado desde el pasado lunes cuando hallaron enterrada a la mujer.
La autopsia realizada en la Morgue Judicial de Posadas reveló que la víctima murió por “asfixia por estrangulamiento”, posiblemente con un cinto.
Jessica fue vista por última vez el miércoles 7 de junio, cuando fue a tarefear junto a su expareja a una chacra ubicada en el paraje Cabureí de Andresito. Recién el domingo su familia denunció su desaparición y la policía comenzó a investigar. Por testimonios e indicios los uniformados llegaron hasta la propiedad donde la vieron y fue así que se toparon con una serie de pistas claves. Primero una cartera, luego la motocicleta y hasta una pala manchada con sangre fueron partes del rompecabezas que fue conduciendo a los investigadores hasta el lugar donde estaba enterrada.
El cuerpo de la mujer estaba envuelto en bolsas de arpillera, las mismas que se utilizan para las ponchadas de yerba mate.
A un paso de la frontera
El sospechoso fue capturado ayer a la mañana por la policía en el paraje El Verde, a 1,5 kilómetros de la frontera con Brasil y del cauce del río Iguazú. Estaba escondido en el monte y tenía 55 mil pesos en efectivo. Los investigadores creen que su intención era huir hacia suelo brasileño.
Además, el presunto femicida llevaba encima un teléfono celular que se investiga si no era de Jessica. Otro móvil fue encontrado dentro de una mochila cerca del lugar donde se cometió el crimen. También se analiza si no pertenecía a la mujer.
El detenido fue alojado en una dependencia policial y está previsto que el próximo viernes sea llevado ante el juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, quien investiga la causa, para la audiencia indagatoria.
Se sabe que se dedicaba a la tarefa en la extensa chacra donde la policía inició la búsqueda de la víctima, y que mantenía una relación conflictiva con la mujer, con quien tuvieron una hija en común hace seis años.
Prohibición de acercamiento
Desde la fuerza confirmaron que existía una causa judicial abierta contra el ahora presunto femicida por violencia de género y que sobre el mismo pesaba una medida restrictiva vigente que no respetó.
Hace un año y medio y según relataron sus familiares a este Diario, el hombre le propinó una golpiza a Jessica, quien momentos antes ingresó a su vivienda del barrio 2 de Junio de Andresito y cerró todos los accesos.
Para sorpresa de la mujer, su exconcubino estaba adentro de la casa, quedando encerrada con el agresor. Dos de las hermanas hablaron con PRIMERA EDICIÓN, una de ellas, Raquel, expresó que le tocó reconocer el cadáver de Jessica y que “tenía puesta la misma ropa que el miércoles, cuando la vi por última vez. Estaba desfigurada, como que le molieron a golpes”.
Yolanda en tanto, su otra hermana, relató que la relación de su hermana y su expareja estuvo sumergida entre amenazas y violencia por parte del acusado. “Ella vivió 9 años de amenazas, de golpes. Hace dos meses le cortó el cuello. Había muchísimas denuncias y, esta última vez, ella le denunció y la policía le dio una orden de restricción”, relató.
Para la familia no actuó solo
Yolanda añadió que “ella no podía salir a ningún lado, él le seguía y la amenazaba”. Seguidamente dijo que Jessica “tenía miedo”. Incluso, contó que “el pasado lunes un hombre llegó y le avisó que el marido la iba a matar, pero no sabemos el nombre de este hombre, no sabemos nada”.
Además, afirmó que esto se veía venir, porque en los últimos días estaban peleando nuevamente. “Él no le quería firmar un papel de la nena para que crucen a Paraguay para hacer compras. “Nosotros lo que pensamos es que él capaz la llamó a ella y le dijo ‘vení vamos a hacer el papel’ y que se yo”, dijo, pero comentó que “él no está solo, eso hicieron entre dos, porque cómo van a llevar la moto de ella a paraje Cabureí, lejísimos. Hay alguien detrás de eso con él también”, apuntó.
El empleador y el dato clave
Fue el empleador y dueño de la chacra en el paraje Cabureí, cercana a donde apareció el cuerpo de la víctima, quien dio el dato clave, que vio el miércoles 7 de junio a Jessica junto a su expareja.
Luego los efectivos allanaron la vivienda del sospechoso y hallaron sus zapatillas.
En el acceso a la chacra encontraron la cartera, luego la motocicleta y en el galpón de herramientas una pala manchada con sangre. Todo cerraba.
Fue así que a las 14 del lunes hallaron el cuerpo semienterrado y envuelto en bolsas que se utilizan para la ponchada de yerba mate. Aún no encuentran el cinto con el que se presume fue ahorcada hasta la muerte.
Anoche Jessica era velada a cajón cerrado en una sala funeraria de Andresito y hoy estaba previsto el último adiós en un cementerio local.
