La sequía continúa afectando al grueso de las actividades agropecuarias, más allá de que en los últimos meses las lluvias mejoraron algo la situación.
No obstante, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, sostuvo que 22 de los 24 distritos que integran la Argentina se encuentran en emergencia agropecuaria, exceptuando de esta condición solo a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a Tierra del Fuego.
Esta semana se publicó en el Boletín Oficial la declaración de la emergencia agropecuaria en zonas de las provincias de Salta, Jujuy y Neuquén por la sequía -en el norte- y por la gripe aviar en el sur.
“Venimos de un contexto complejo y difícil con la sequía más importante de la historia. De los 24 distritos, declaramos la emergencia agropecuaria en 22”, dijo Bahillo durante la inauguración de la 29ª edición de la feria agroindustrial Agroactiva, que se lleva a cabo en la localidad santafesina de Armstrong hasta el próximo sábado. Por esta razón, señaló, “el Gobierno nacional entiende y sabe muy bien la condición en que están los productores”.
En este sentido, Bahillo destacó: “Nuestra responsabilidad es acompañar este proceso. Es un paliativo, porque nada reemplaza el ingreso genuino que produce una campaña normal. Cuando tenemos una sequía de estas características, por más esfuerzo que haga un Gobierno provincial y las medidas que hemos tomado, nada reemplaza este ingreso. Intentamos ayudar con un objetivo que es que puedan seguir siendo productores, trabajando, seguir produciendo e ir por la sana revancha”.
Es por eso que el funcionario nacional, teniendo en cuenta la consideración de “paliativo” de las medidas que tomaron -entre ellas, mejorar y facilitar el acceso a los productores de los beneficios de la emergencia agropecuaria y créditos a tasas accesibles- sostuvo que “si los fondos son suficientes o no, haremos la evaluación cuando se recompongan los sistemas productivos, pero si no nos quedaron productores en el camino, es porque hemos tenido políticas acertadas”.
Remarcó que “la situación del productor no se compone de un día para el otro. Hay que esperar a una nueva campaña. Desde nuestro lugar, seguiremos trabajando en conjunto con nuestras provincias y transfiriéndoles fondos para que se pueda llegar a los productores”.
Durante la muestra agropecuaria, Bahillo lanzó junto a la presidenta del Banco Nación, Silvina Batakis, una línea de crédito de $60.000 millones a tasa bonificada para impulsar la inversión agroindustrial en capital.
Sobre el viaje que realizó junto al ministro Massa a la República Popular China, Bahillo destacó “el interés que hay en el mundo por la Argentina” y que solo vamos a solucionar nuestros problemas con “mayor crecimiento y exportación”.
Acompañamiento
Por su parte, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, destacó la importancia del campo y de la agroindustria en la economía argentina y bregó por un acompañamiento acorde con políticas públicas que apoyen al sector en este momento. “Esta situación que vivimos nos tiene que servir. Si queda alguien en la Argentina sin dimensionar lo que el campo aporta, con esto tiene que tenerlo claro, con la falta de US$ 20.000 millones en exportaciones, mientras se habla de que tenemos un inconveniente por la falta de los dólares”.
Dicho esto, Perotti, que fue el último orador durante la inauguración de la muestra, subrayó que la agropecuaria “es una actividad a cielo abierto donde no se puede manejar el clima. Por eso tenemos que dar señales para que ese productor siga adelante sabiendo que el resto de la sociedad comprende lo que significa no contar con los aportes del sector y tenga que poner herramientas a disposición. No podemos, después de esta crisis, con lo que se entierra en cada siembra, no tener una ley que acompañe al riesgo productivo, a las situaciones de emergencia y desastres. Tenemos que salir con una ley que modifique la ley nacional en nuestra provincia”.
En el Gobierno recalculan las millonarias pérdidas
La sequía que se agudizó en la Argentina en el último año puso en jaque al campo y, además, al Gobierno necesitado de dólares. Las pérdidas proyectadas por el Ministerio de Economía eran en un comienzo de US$ 19.750 millones. Pero tras la reanudación de las lluvias, que si bien llegaron tarde para revertir la situación, salvo para algunos cultivos muy tardíos en maíz, ahora en esa cartera estiman que la caída será de US$ 18.200 millones, una leve modificación. El Gobierno también está expectante por la siembra de trigo.
En rigor, la recuperación del escenario climático podría dar un alivio a las arcas del Estado, donde le adjudican a la sequía los problemas económicos que atraviesa el país. Por eso, tienen puestas las esperanzas en que la superficie sembrada de trigo pueda aumentar e impactar positivamente en este cultivo. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), luego de las lluvias de mayo, casi la mitad este del área agrícola núcleo logró una recarga del 50% o más del agua útil en el suelo.
De esta manera, en el Gobierno son optimistas de que haya mejorado la situación de algunos cultivos tardíos, por “el impacto del agua, y el costo de la sequía, en lugar de ser US$ 19.750 millones, bajaría a los US$ 18.200 millones en el final”.
En trigo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó a nivel nacional una siembra de 6,3 millones de hectáreas, 200.000 hectáreas más que el ciclo agrícola pasado. La producción alcanzaría 18 millones de toneladas, una mejora del 45% tras el impacto de la sequía.
A raíz de las pérdidas que generó la sequía, ocasionada por tres años consecutivos del fenómeno de La Niña, un alto funcionario deslizó que, si bien se puede mostrar la voluntad de mantener a raya el gasto público, después “hay una realidad con la que se está luchando”.
En el Gobierno piensan que, además, “hubo mucho desconocimiento sobre la sequía” en el país. Allí también aclararon que, aunque las heladas tardías tuvieron un impacto en algunas producciones de las economías regionales, esto también repercutió “un poco” en la soja.