La vida de Gonzalo Valdivia (22) dio un vuelco completo en los últimos meses. Debut en Primera,primer gol en la máxima -ni más ni menos que ante Racing-y una rotura de meniscos que lo dejará afuera por varios meses. Pero no hay nada que le quite los ojos del objetivo al gladiador posadeño del barrio Santa Rita.
“Me dolió mucho todo esto, saber que tengo que parar. Pero ya está, ahora pienso en meter una buena recuperación y fortalecer bien. Voy a dejar todo para volver mejor que antes”, le dijo el jugador de Platense, en plena recuperación, a EL DEPORTIVO, tras compartir las sensaciones de un año que no olvidará jamás.
Gonza… ¿cómo hacés para procesar todo lo que te pasó en estos últimos meses?
Fue todo muy loco. Venía entrando de a poquito en Primera, sumando mis primeros minutos. Y ahí me rompí. Pero por más que me dolía, no quería parar. Pasó esto y justo me enteré que iba a jugar de titular. Tres días antes me dolía, pero no dije nada, pensé: “estoy en mi mejor momento, no voy a parar ni loco”.
¿Es cierto que ya jugaste contra Racing con esa lesión?
Sí, sí. Antes del partido contra Racing tuve que infiltrarme, sacarme líquido. Hablé con el kinesiólogo, con el cuerpo técnico, y era consciente de que, si jugaba, la lesión podía empeorar. Jugué contra Racing y contra River infiltrado, hasta que la rodilla no aguantó más y, bueno, tuve que operarme.
¿Y cómo viene la mano?
Es una lesión en el menisco externo. Y es más grave de lo normal. Era un mes y medio de parate, pero ahora son dos meses y medio. Sé que no es mucho, pero me costó, me dolió bastante tener que parar. Ni mi familia sabía que me tenía que operar. Estaba muy mal anímicamente y se me hacía un nudo en la garganta de la bronca. Mucho llanto, muchas cosas.
Ya pasaron un par de semanas… ¿cómo la llevás?
Estoy mejor, la semana pasada fui a uno de los entrenamientos y el cuerpo técnico con Martín Palermo (DT) a la cabeza me hablaron y me dijeron que me quede tranquilo, que voy a volver mejor que nunca. Todos los compañeros se acercaron a darme fuerzas. Fue duro, pero ahora ya estoy tratando de salir adelante.
Domingo 14 de mayo… ¿qué significa esa fecha para vos?
(Se ríe). Fue mi debut como titular en Platense, contra Racing (N. de R: el Calamar ganó por 3-0 con un gol de Gonzalo, el primero en Primera). Fue hermoso porque era tratar de estar concentrado en un partido muy difícil, ante un club grande, mi primer partido como titular… y con el menisco roto. Cuando me tocó esa oportunidad, me dije que no la iba a desperdiciar.
¿Y qué recordás de ese gol?
Cuando hice ese gol, no lo podía creer. Fue mucho más hermoso de lo que alguna vez imaginé. Estaban mis abuelos en la tribuna, así que no pude contener el llanto. Después del partido, todos mis compañeros me felicitaron. Ese gol fue el sueño del pibe. No sabés cuántas veces soñé con eso. Pero bueno, ahora toca lidiar con esta fractura de menisco… (se ríe).
¿Y cómo fueron tus primeros minutos en Primera?
Debuté seis fechas antes contra Vélez, que entré en los últimos cinco minutos. En ese partido, el plantel sufrió muchas bajas y me estaba yendo bien en los entrenamientos, así que sabía que había una chance. Y ahí fue que vino el capitán, Gastón Suso, y me dijo: “Mirá Valdi que el cuerpo técnico te vio bien, ve que tenés muchas ganas de crecer y por ahí te premia este finde”. Eso me motivó mucho y también me puso nervioso (se ríe). La cuestión es que el partido ya estaba terminando y yo ya estaba un poco desilusionado porque ni me habían mandado a calentar. Entonces Palermo mira al banco y me dice: “¿Por qué no estás calentando?”. Ahí me fui a calentar y entonces me llamó Martín: “Vení Valdi”. No lo podía creer. Me dijo que disfrute, que ayude en la marca pero que vaya a atacar con todo. Me metió un ‘tape’ fuerte en la cabeza (se ríe) y ahí fue todo de película. Fue revivir todo lo bueno y todo lo malo que me había pasado para llegar hasta ahí. Fue un sueño hecho realidad.
¿Costaron esos primeros minutos?
Yo fui siempre de mirar mucho a mis compañeros, cómo juegan, cómo se desenvuelven. Y eso me hace estar siempre muy concentrado. Quizás por eso, cuando entré sentí como que ya había jugado antes. Lo que sí es que, internamente, fue como un alivio, fue soltar una mochila que tenía muchísimas cosas. Entré más liviano que nunca.
Ya sumaste varios minutos…
Sí, sí, jugué de titular contra Racing y River; y de suplente entré ante Vélez, Defensa y Justicia, Rosario Central, Banfield, Estudiantes y Defensores de Belgrano, por la Copa Argentina.
¿Cómo fue jugar contra River en el Monumental?
Yo veía la tele los días previos y me decía… “uhhh, qué partido se nos viene”. Y cuando entré a la cancha, una locura… ver toda esa gente… Yo siempre que entro a la cancha hago un suspiro para relajarme, pero ese día tuve que hacer como cinco suspiros para sacarme la presión y soltar. Y es que con un equipo así, en una cancha así, tenés que estar concentrado al cien por ciento. La verdad es que fue toda una experiencia, casi no pude dormir esa noche, ver toda esa gente saltando y gritando, fue algo impresionante, muy loco.
¿Qué otra cosa te sorprendió de ese partido? ¿Algún rival quizás?
Mirá, me fui de ese partido con ganas de hacer un poco más, pero la verdad es que enfrente tuve a un fenómeno como Milton Casco, así que no me quedó otra que defender y tapar líneas. Es un jugador que encima maneja las dos piernas, así que cuando tenía la pelota pensaba “para dónde va a salir ahora”. Siempre traté de hacer lo que me dijo Martín (Palermo) y ahí pude controlarlo un poco.
¿Cómo es tener a Martín Palermo como entrenador?
Martín es una muy buena persona, un buen tipo que siempre busca lo mejor. Es un fenómeno. En un entrenamiento, cuando estaba jugando poco, le pregunté qué quería de mí… Me dijo que había rendido bien en todos los puestos y me preguntó dónde me sentía más cómodo. Y ahí me puso a atacar. Eso me dio mucha confianza.
¿Cuál es el objetivo ahora?
Ahora el objetivo es meter una buena recuperación, fortalecer bien todo para superar todo esto y tratar de prevenir de cara al futuro. Sin dudas, voy a dejar todo para volver mejor.
“Agradezco mucho a todos”
En otro tramo de la entrevista con EL DEPORTIVO, Gonzalo agradeció enormemente el apoyo y afecto de amigos, familiares e incluso desconocidos que, desde la tierra colorada, le hicieron sentir su cariño y el deseo de pronta recuperación tras la lesión que sufrió.
“Hubo mucha gente que me conoce y también mucha que no me conoce, que me escribió al Whatsapp o al Instagram, deseándome que me recupere rápido. Fue algo increíble. Creo que tardé cuatro o cinco días en responder todos los mensajes, así que aprovecho también esta oportunidad para agradecer a todos por ese apoyo”, se emocionó Valdivia.
Y en ese sentido, el jugador posadeño resaltó también el apoyo que recibió tanto de sus compañeros en Platense así como de varios de sus rivales, quienes también le dejaron mensajes de aliento en las redes.