La tecnología se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas, desde smartphones y tablets hasta computadoras, pero su uso inadecuado puede tener efectos indeseados y afectar las relaciones personales.
En una sociedad tan conectada como la nuestra, muchas personas reconocen tener dependencia tecnológica con sus dispositivos, especialmente los jóvenes con sus teléfonos móviles.
Kaspersky, la empresa líder en soluciones y servicios de ciberseguridad de última generación, ha elaborado un informe sobre la “Influencia de la tecnología en la vida de las personas”, en el que se destaca que casi el 70% de la población tiene dependencia tecnológica. Además, el informe indica que el 45% de los encuestados reconocen que pasarían más tiempo con sus parejas si dedicaran menos tiempo a sus dispositivos.
Sin embargo, también se indica que el 40% duerme menos a causa de la tecnología, mientras que el 20% reconoce experimentar envidia o tristeza porque su vida no es tan perfecta como la que se ve en Instagram, Facebook y TikTok.
Marc Rivero, analista de ciberseguridad de Kaspersky, cree que todavía no hay suficiente conciencia ni educación sobre el uso adecuado de las tecnologías, algo que debe hacerse desde edades muy tempranas. Pero, en un mundo tan conectado, ¿cómo reconocer que tenemos una dependencia tecnológica? “Cosas como salir de la ducha y antes de secarnos el pelo ir a mirar el móvil o si estamos en una reunión familiar, estar continuamente consultando el teléfono son indicativos de que podemos tener un problema”, afirma.
Ciberseguridad
Otro factor que se ve afectado por la dependencia tecnológica es la ciberseguridad. Cuanto más tiempo pasamos usando las nuevas tecnologías, mayor es el riesgo de recibir un ciberataque, especialmente si no tomamos las medidas de ciberseguridad necesarias o bajamos la guardia. Esto puede convertirnos en víctimas de delincuentes que roben nuestros datos de tarjetas de crédito, información personal, fotografías, etc.
En este sentido, Rivero recomienda consejos básicos para estar más protegidos, como instalar un software antivirus en el dispositivo, cambiar habitualmente las contraseñas y no usar las mismas en diferentes equipos o servicios. Además, sugiere utilizar un gestor de contraseñas para hacer esto último más fácil y seguro. También es importante prestar atención a lo que hacemos en Internet sin bajar la guardia.
Finalmente, Rivero destaca que la dependencia tecnológica no es exclusiva de los jóvenes, aunque es cierto que los más dependientes están en la franja de 16 a 25 años. La realidad es que también se dan casos en personas de más edad, a las que vemos “demasiado pendientes de sus teléfonos”. Para frenar esta dependencia, recomienda el uso de aplicaciones que limiten el uso de páginas web, aplicaciones o llamadas telefónicas a partir de cierta hora. Por ejemplo, Apple indica cuánto tiempo de uso de las aplicaciones ha realizado el usuario, lo que puede alertarlo.