No es casualidad que nos sintamos mucho mejor después de unas vacaciones en el mar y no se trata solo de relajarse. El agua salada tiene muchos beneficios para la salud física y emocional.
La terapia con agua de mar se llama talasoterapia y fue mencionada por primera vez por Hipócrates, quien descubrió los beneficios del agua de mar en las enfermedades de los huesos. En la antigua Grecia por ejemplo, los baños de agua salada eran un remedio común para los problemas de la piel, pero también para los dolores reumáticos o musculares.
Sin embargo, si no podemos llegar al mar con tanta frecuencia como necesitamos, los baños caseros en los que ponemos sal marina son muy efectivos.
Dentro de las sales que podemos elegir
Hay diferentes tipos de sal según su procedencia y su modo de extracción. Estas son algunas de las más conocidas:
Sales de roca. Están presentes en la tierra, concretamente en los depósitos subterráneos de donde se extraen.
Sales del Himalaya. Son unas de las más ricas en minerales, entre los cuales cabe destacar el calcio, el cloruro, el hierro y el zinc.
Sales andinas. Al igual que el agua del mar, estas sales contienen una gran cantidad de oligoelementos como sodio, potasio, magnesio, calcio, bromo y cloro.
Sales marinas. Se obtienen de los mares y los océanos mediante un proceso de evaporación provocado por el viento y el sol. Las sales marinas suelen ser más ricas que las sales de roca; además contienen zinc y cloruro de sodio.
15 minutos son suficientes para sentir sus efectos positivos
Mejorar la salud de la piel
En el caso de enfermedades dermatológicas (acné, lupus e incluso psoriasis), el agua salada tiene un efecto antifúngico, antiséptico, pero también ligeramente exfoliante. El magnesio en el agua de mar hace que nuestra piel sea aterciopelada, firme, radiante, la hidrata y acelera la cicatrización de las heridas.
Fortalecer la inmunidad
Los baños de sal caliente son antiinflamatorios y aumentan la fuerza del cuerpo en la lucha contra diversas afecciones médicas. La inhalación de vapor de agua de mar, cargada de iones negativos, tiene un efecto beneficioso sobre la inmunidad, así como sobre la salud pulmonar.
Calma las dolencias respiratorias
Al inhalar vapor de agua salada se alivian afecciones respiratorias como el asma o la bronquitis. Y quienes padecen sinusitis se sentirán mejor tras unas vacaciones en el mar.
Limpia el cuerpo enérgicamente
Si te sientes cansado, agotado y sin energía, relájate durante unos 15-20 minutos en la bañera donde pones unos puñados de sal marina.
Si no estás pronto a tener unas vacaciones en el mar y tal vez tampoco tenés bañera podés poner media taza de sal en un tachito y tirarte ese contenido desde el cuello por todo tu cuerpo. O también sumergir los pies en agua tibia con la sal que elijas.