Marcelo Szychowski, exsoldado misionero convocado en el conflicto de la Guerra de las Islas Malvinas en 1982, es uno de los hombres que regresó en este 2023 a ese archipiélago y este miércoles contó su experiencia en primera persona a la FM 89.3 Santa María de las Misiones, en un relato emocionante, cargado de orgullo, nostalgia, entereza y a la vez tristeza a flor de piel, a pesar de haber pasado más de 40 años de la contienda bélica.
¿Cómo nació esta posibilidad de volver a las Islas Malvinas?
La idea surgió en el grupo de la Clase 1962 de la Compañía Comando y Servicios de Monte 12, de los que habíamos hecho la colimba (servicio militar) -para los que no saben que significa colimba es: corre, limpia y barre-. Hace varios meses atrás, reflotamos la idea de poder ir a las Islas Malvinas. Porque durante el conflicto habíamos quedado en el continente y por diferentes causas no pudimos pasar a las Islas para realizar el relevo de los soldados que estaban allí.
Comenzamos a averiguar los costos y a tramitar los diferentes papeles. Había muchos de los muchachos que estaban entusiasmados en viajar, pero los costos son realmente altos y al final quedamos pocos, realmente.
La idea fue llegar un 2 de abril; pero esa fecha estaban ocupados todos los hoteles. Entonces llegamos a las Islas el 8 de abril. De Misiones éramos dos, y junto con nosotros fueron 20 veteranos de Corrientes y 4 de Buenos Aires.
¿Qué se siente al llegar a las Islas Malvinas?
“La verdad que cuando uno llega le choca mucho, ya que baja en un aeropuerto militar. Cómo nos miran cuando bajamos del avión… La verdad que yo tenía las ganas de besar el suelo, porque me sentía como si estuviera en Argentina, una parte nuestra. Fue muy conmovedor, me hizo lagrimear llegar al suelo de las Islas Malvinas.
Al bajar uno se impacta un poco viendo todo ese escenario, Viendo ese lugar donde nuestros compañeros estuvieron combatiendo y algunos dieron la vida y se quedaron ahí, defendiendo un pedazo de suelo argentino. Duele un poco, pero son circunstancias de la vida.
En referencia a los días que estuvo en suelo malvinense Marcelo Szychowski detalló que “fuimos un sábado y regresamos al sábado siguiente, ya que hay viajes al continente sólo una vez a la semana. Lo primero que hicimos todos es ir a visitar el cementerio de Darwin a visitar a nuestros compañeros que están enterrados allí. Llegamos al Cementerio que está en medio de una pradera y una soledad total, muy conmovidos todos; lloramos y a la vez cumplíamos algo que teníamos adentro y era que teníamos que estar ahí con esos compañeros enterrados. Cantamos el himno, desplegamos banderas a pesar de que esta prohibido, pero como no estaban mirando, ni vigilando, lo pudimos hacer. Rezamos y los correntinos y bonaerenses dejaron cosas que les mandaron familiares para los compañeros y soldados que están enterrados ahí. Fue muy conmovedor, muchos se quebraron”.
Al hacer una pausa en la entrevista, Marcelo relató: “Tengo dos sensaciones tras volver de las Islas Malvinas. Una es la soledad en la que está el Cementerio, realmente me dobló en dos, dejarlos allí solos, custodiando ese pedazo de tierra. Me costó mucho despedirme de ellos. Y la segunda sensación fue darme cuenta de que volvería a las Islas Malvinas. Haría una vez más todo el circuito que hice, ya que uno siente una energía de que está todo el pueblo argentino presente ahí con ellos”.
También se le consultó si llegaron a tener contacto con los habitantes de las islas, y si se siente la hostilidad que tanto se pregona. “La verdad que no tuvimos contacto con los habitantes, nos previnieron de evitarlo y de no usar remeras argentinas o nada que haga alusión al país y eso todos lo respectamos mucho. Lo que sí nos llamó la atención es cuando estábamos en unas de las bahías de desembarco, vimos aviones de guerra que hacían simulacros bélicos”.
“Llevaría a mis hijos, a mis nietos para que vean el lugar a lo mejor donde podría haber estado enterrado yo, y que vieran lo que es la guerra en primera persona”
¿En el hotel los atendieron bien, fueron amables, cómo era el trato?
La gente es muy amable, en los hoteles, supermercados, en los bares, restaurantes; ya que la mayoría no son ingleses. Nos encontramos con paraguayos, uruguayos, chilenos, de la India, Nepal, Filipinas. Todos muy atentos.
¿Es importante mantener la memoria de lo que fue el conflicto de Malvinas y los jóvenes que murieron y que defendieron al país en las Islas?
Hay que recordar esta gesta, es todo un orgullo poder tener hoy en día vivo a esos jóvenes que fueron a defender al país en las Islas Malvinas y que nos cuenten su experiencia en la guerra. La verdad que son héroes, hombres con muchísimo valor.
¿En algún momento se puede revertir esto que los argentinos no tengan que hacer los papeles de Migraciones, que flamee una bandera de nuestros país en las Islas?
Creo que es muy difícil que eso suceda. Después de ver la base militar donde bajamos, donde está el Aeropuerto. Para que se den una idea, Puerto Argentino tiene 3.500 habitantes y solo esa base militar tiene el doble de soldados. Además, hay más soldados en las dos islas, donde hay varias bases militares en las Islas Malvinas, donde hacen instrucciones militares, simulacros y maniobras.
Conquista alimentaria y precios en las Islas
“Creo que hoy la forma de conquistar las Islas Malvinas hoy no es con las armas, es haciendo negocios, llevando verduras frescas, alimentos, manufactura argentina a los habitantes de las Islas”, remarcó Marcelo.
También describió el tema de los precios y dejó entrever una triste realidad en cuanto a costos: “Todos los hoteles en las Islas están alrededor de 150 libras esterlinas, unos 170 dólares por día -con desayuno incluido-. Los hoteles son muy buenos y acogedores. Es como estar en el Norte de Europa. Un plato de comida está de 14 a 18 libras esterlinas; el pasaje está 700 dólares ida y vuelta; y todo uno tiene que pensarlo por siete días. Además, al salir de las Islas se debe pagar una tasa de aeropuerto que está 26 libras. Internet es muy mala y cuesta por un día 50 dólares. Un alquiler de auto cuesta unas 52 libras esterlinas, 62 dólares por día. Es como estar en Europa, realmente”.
En el cierra del contacto, se le preguntó a Marcelo si está contento de haber ido a las Islas Malvinas, a lo que respondió: “Estoy orgulloso de haber ido a las islas Malvinas. Creo para nosotros, por lo menos los ex combatientes sigue siendo nuestra tierra”.
Por último, este exsoldado resaltó: “Lo único que pido es que tengamos presentes a nuestros veteranos que estuvieron presentes en Malvinas y todo el coraje y la valentía que pusieron en nombre de la Patria, que no se muera esto y se siga transmitiendo todo lo que hicieron nuestros soldados en las Islas Malvinas”.