Para que este año nuestras finanzas estén sanas; es decir, alejarnos de las deudas, vivir en paz con sueños realizables, una vida con propósitos, es necesario usar la herramienta de la elaboración del presupuesto.
En anteriores artículos se habló sobre ingresos y luego sobre egresos. Les recomiendo la lectura de los mismos.
La premisa considerada es trabajar con porcentajes para la elaboración del presupuesto de egresos y cuántos de mis egresos están destinados a ahorrar, a gastar, a dar, a invertir.
Aquí les dejo algunas recomendaciones para calcular los egresos totales. Una vez que haya asignado un porcentaje a cada categoría, multiplique ese porcentaje por los ingresos totales para obtener el monto total para cada categoría.
Verifique que los cálculos sean precisos y que los montos asignados a cada categoría sean coherentes con sus objetivos financieros.
Sume los gastos totales para cada categoría con el fin de obtener el presupuesto total. Asegúrese de que dichos gastos no excedan los ingresos totales para evitar un déficit presupuestario.
Revisar y ajustar el presupuesto: Es importante monitorear y realizar un seguimiento constante de sus gastos para asegurarse de que se están manteniendo dentro de los límites establecidos en su presupuesto. Si se encuentra gastando más en una categoría determinada, puede ser necesario ajustar la asignación de porcentajes para asegurarse de que se están manteniendo dentro de los límites establecidos.
Monitorear los gastos y compararlos con el presupuesto para asegurarse de que se están manteniendo dentro de los límites establecidos. Esto puede ser un proceso manual o utilizando herramientas tecnológicas como aplicaciones de presupuesto y software financiero.
Tomar medidas correctivas: Si se detecta un desequilibrio en los gastos, es importante tomar medidas correctivas para ajustarlos y mantenerlos dentro de los límites establecidos.
Ser consistentes que la planificación de un presupuesto porcentual es un proceso continuo que requiere disciplina y consistencia.
Es importante revisar y ajustar el presupuesto regularmente, para asegurarse de que se están manteniendo los gastos dentro de los límites establecidos.
Si logras comprender los pasos principales que debes seguir, podrás iniciar y ajustarlos a medida que lo vas desarrollando. De esta manera podrás fijar objetivos realistas, hacer un seguimiento de los gastos y crear un plan para alcanzarlos. Puedes establecer recordatorios que te ayuden a mantener el rumbo (esto puede incluir transferencias automáticas a cuentas de ahorro y recordatorios de los próximos pagos).
Por último, puedes hacer un seguimiento de tus progresos. Esto te ayudará a mantener la motivación y a asegurarte de que te ciñes a tu presupuesto.