No practiques sobre los otros las técnicas que estás aprendiendo. No es honesto aunque te digan que funciona. Practica y experimenta en ti, en silencio.
Observa, siente y, luego de descubrir lo que te habita y transformarte, podrás ayudar y asistir a los demás.
Ya sabes cómo funciona: primero en uno y desde adentro hacia afuera.
No ofrezcas si no te piden ya que es un tipo de violencia pasiva.
Solo al que pide se puede dar, porque está preparado para recibir.
Solo habla si te preguntan y sólo da si te piden.
Simplemente mira, sonríe y calla, así el otro estará dispuesto. Aprende a esperar.
Estamos demasiado acostumbrados a tener que demostrar. Estamos demasiado acostumbrados a tener que rendir examen.
Estamos demasiado acostumbrados a querer cambiar al otro.
Ya no.
Prueba primero en ti desde adentro hacia afuera. Así serás autoportante del cambio. Tú mismo serás la presencia viviente de que se puede sanar.
Eso se trasmite a través de la mirada, del tono de voz, de la coherencia en tu vida. ¡Es la Presencia viva habitándote!
Nadie te puede dar un certificado por eso… tú serás testimonio de tu propio cambio, de tu propia transformación.
Tú serás tu propia biografía viviente. La luz de la comprensión te acompañará en tu mirada; y el amor y la humildad de haber pasado y comprendido serán tuyos por mérito propio.
No busques el camino de la iluminación desde afuera.
No busque la iniciación a través de otros.
Tú eres tu propio maestro, guía, sanador, consejero, terapeuta. Esto se consigue en silencio, aceptando los errores, pidiéndote disculpas por haberte tratado tan mal como para apartarte de ti mismo, perder el camino y buscar culpables fuera hasta lastimarlos y apartarlos.
Nadie da lo que no tiene y damos solamente lo que nos damos a nosotros mismos.
Si eres violento primero lo tienes que ejercer sobre ti, eso es lo que emanas y te das.
Si eres implacable, primero lo tienes que ser contigo, por eso lo derramas a tu alrededor
Si eres autoritario o juzgas, ¡pobre de ti! Tú convives contigo todo el tiempo y nunca te puedes apartar de esa energía, actitud o sentimiento; porque eres auto portante de tu clima o condición interna.
En silencio, siempre en silencio. Los despertares no vienen llenos de luces de colores y sonidos de trompetas de ángeles: vienen en el silencio, con quietud y de la mano de la sencillez.
Están asociados con actos de humildad y amor porque, para que lleguen primero, tuvimos que atravesar el desierto de la soledad, del dolor y de la propia injusticia hacia nosotros mismos.
Silencio (sencillo secreto).
No necesitas ostentar tus saberes, solo aplicarlos en ti con amor y humildad y esa transformación se emanará y derramará a tu alrededor.
Sí a todo tal y como es. Así comienza la transformación en tu interior.
¡Siente!
¿Vives en un ambiente agradable y rodeado de amor?
¿Las plantas de tu entorno florecen?
¿Está ordenado y limpio tu lugar?
Nuestra realidad externa es un reflejo de nuestro interior.
Aun cuando el infortunio golpee a tu puerta, ¡sé digno! Todos somos luz y esa luz te permitirá atravesar la oscuridad y volver de regreso a tu casa. Tu alma.