Argentina transita desde hace tres años por una sequía que no da tregua y que está generando muchos dolores de cabeza en muchas economías regionales.
En Misiones, una de las producciones que se está viendo profundamente afectada por la falta de lluvias es la de cítricos, particularmente la de mandarinas, que, al igual que en el resto de país, ven desmejorada la calidad de la fruta.
En una entrevista con Eco&Agro, el productor citrícola Diego González, quien tiene su cosecha en Colonia Aurora, indicó que las mandarinas Nadorcott, esta temporada, están saliendo de menor tamaño debido a “dos veranos seguidos de intensa sequía. En las últimas horas llovió un poco y esperamos que con eso podamos mejorar un poco”.
En esa línea, detalló que el tamaño promedio de esa fruta es de 60 o 65 milímetros, pero las de esta cosecha están rondando los 50-55 mm. El menor volumen también repercute en el mercado interno. “Las personas están dejando de comprar en las verdulerías o ferias al ver que son más pequeñas”, indicó.
González estimó que en esta temporada la producción de mandarinas estará cerca de 20 toneladas por debajo de la anterior campaña.
“El año pasado lo cerramos con 68 toneladas. Ahora, no creo que lleguemos a las 50”, expresó.
Cooperativa citrícola
El pasado 23 de febrero, una nueva comisión planteó el “crítico estado” de la Cooperativa Citrícola de Leandro N. Alem, con deudas con los empleados, productores y proveedores.
La crisis en esa entidad, también terminó repercutiendo en la producción de González y lo obligó a ir en busca de nuevos clientes. Los halló a kilómetros de la provincia. “Yo le vendía mi producción a la cooperativa, pero con la crisis ahí, me la tuve que rebuscar. Fue así que encontré un nuevo mercado en Entre Ríos”, precisó.
Su historia
Diego González, en sus inicios, era productor de tabaco pero hace más de diez años decidió, junto a su familia, incursionar en el mundo de la citricultura. Actualmente posee más de seis hectáreas de cultivos donde se pueden encontrar mandarinas y naranjas.