Este año es bueno para comenzar a sanear las finanzas para disfrutar la vida con las finanzas sanas y se comienza por pagar las deudas, ya hablamos de las técnicas de la bola de nieve y del pago mínimo, hoy profundizamos el tema.
La técnica de consolidación de deudas consiste en combinar varias deudas en una sola, generalmente con una tasa de interés más baja. Esto se puede lograr mediante un préstamo de consolidación de deudas, una línea de crédito de consolidación de deudas o un programa de manejo de deudas.
Puede simplificar el proceso de pago al tener solo una deuda en lugar de varias, es más fácil de seguir y administrar. Esta forma puede ayudar a reducir las tasas de interés, al consolidar deudas con tasas de interés altas en una sola con una tasa de interés más baja. Así se puede ahorrar dinero en intereses a lo largo del tiempo.
Es necesario tener un buen historial crediticio para calificar para un préstamo de consolidación de deudas o una línea de crédito de consolidación de deudas. Algunos préstamos o programas de manejo de deudas pueden tener cargos adicionales como comisiones, honorarios de apertura de cuenta, entre otros.
¡Cuidado! Tener en cuenta que al consolidar tus deudas en una sola puede ser tentador seguir gastando y adquirir más deudas. Es por ello reitero que esta modalidad consiste en combinar varias deudas en una sola, generalmente con una tasa de interés más baja.
Y vamos a la técnica de negociación de deudas que consiste en negociar con los acreedores para reducir la cantidad de deuda o para obtener un plan de pagos más favorable. Esta modalidad puede ser efectiva, pero requiere de habilidades de negociación y puede tener un impacto negativo en tu historial crediticio.
Al negociar con los acreedores es posible reducir la cantidad de deuda que se debe. Puede mejorar las condiciones de pago, ya que al negociar con los acreedores es posible obtener un plan de pago más favorable, con tasas de interés más bajas o plazos más largos.
Ayudaría a evitar el embargo: al negociar con los acreedores es posible evitar el embargo o la quiebra, aunque quizás requiera de habilidades para la negociación y conocimiento de tus derechos y de la ley.
Además puede tener un impacto negativo en tu historial crediticio: al negociar con los acreedores es posible que se registre como una deuda incobrable o un acuerdo de pago, lo que puede afectar tu capacidad de obtener créditos o préstamos en el futuro.
Negociar con los acreedores puede ayudar a reducir la deuda, pero no resuelve las causas subyacentes de los problemas financieros. Es importante tener en cuenta que el hecho de negociar con los acreedores no es una solución a largo plazo sino más bien una solución temporal.
Es importante tener un plan financiero sólido y hábitos de gasto responsables para evitar volver a endeudarse en el futuro.