El dispositivo chino que permite dar besos a distancia generó un gran revuelo en las redes sociales de ese país. Equipado con sensores de presión y actuadores, el dispositivo ha sido diseñado para imitar un beso real, replicando la presión, el movimiento y la temperatura de los labios de un usuario. Junto con el movimiento del beso, también puede transmitir el sonido que hace el usuario, lo que le da un toque de realismo.
Anunciado como una forma de permitir que las parejas a larga distancia compartan una intimidad física “real”, el dispositivo ha causado una gran conmoción entre los usuarios chinos de las redes sociales, quienes han reaccionado con intriga y sorpresa. Varios hashtags relacionados con el dispositivo han acumulado cientos de millones de visitas en la plataforma similar a Twitter.
El dispositivo patentado por el Instituto Vocacional de Tecnología Mecatrónica de Changzhou y ha sido diseñado para ser fácilmente conectado a través de una aplicación de teléfono móvil que los usuarios necesitan descargar. Después de emparejarse con sus parejas en la aplicación, pueden iniciar una videollamada y transmitir réplicas de sus besos entre sí.
El dispositivo está pensado específicamente para relaciones a larga distancia, pero también permite a los usuarios emparejarse de forma anónima con extraños en la función “cuadrado de besos” de la aplicación.
Si dos extraños coinciden con éxito y se gustan, pueden pedir que intercambiar besos. Los usuarios también pueden “subir” sus besos en la aplicación para que otros los descarguen y experimenten.
Mientras que muchos usuarios de redes sociales vieron un lado gracioso del dispositivo, otros lo criticaron como “vulgar” y “espeluznante”. Algunos expresaron su preocupación porque los menores puedan comprarlo y usarlo. Sin embargo, docenas de usuarios en el sitio de compras en línea más grande de China, Taobao, han compartido sus reseñas sobre el dispositivo, que tiene un precio de 288 yuanes (41 dólares estadounidenses).
El “Kissinger”, un invento similar, fue lanzado por el Instituto Imagineering en Malasia en 2016, pero vino en forma de una almohadilla de silicona sensible al tacto, en lugar de labios de aspecto realista. El principal inventor del diseño, Jiang Zhongli, dijo que la inspiración para el dispositivo surgió de su propia relación a larga distancia con su novia mientras estaba en la universidad.
El dispositivo fue una sorpresa para muchos y, aunque algunos lo ven como una herramienta para fortalecer las relaciones a larga distancia, otros lo consideran una forma de suplir la necesidad humana de contacto físico, que se ha visto limitado por la pandemia y las restricciones de distanciamiento social.
El dispositivo es un ejemplo más de cómo la tecnología puede cambiar nuestra forma de interactuar con el mundo, y es probable que sigamos viendo innovaciones similares en el futuro.