¿Cuántas veces has empezado un proyecto con la mejor de las intenciones, pero no has logrado mantener el entusiasmo hasta materializarlo?
A mí me ha pasado en más ocasiones de las que quisiera reconocer. Y es frustrante. Esta frustración aparece, especialmente, cuando abandonas un proyecto después de haber avanzado mucho en él. En realidad, no quieres dejarlo colgado, sin embargo, por alguna razón lo sueltas.
¿Por qué soltamos?
La realidad es que esa dificultad que encontramos para alcanzar nuestros objetivos y metas, no tiene que ver con una incapacidad para fijarlos o para poner en acción un plan de trabajo. Generalmente es el seguimiento lo que nos hace decaer, sobre todo porque esos objetivos o metas, en la mayoría de ocasiones, nos hablan sobre un éxito futuro.
Y a veces, es difícil mantener la ilusión por algo que vas a alcanzar en algunas semanas, meses o incluso años. El problema está en la idea de un concepto abstracto que no podemos ver en el presente.
Así que, si te estás preguntando cómo puedes conquistar tus metas, aquí te dejo una lista de tips interesantes:
1. Afinar tu visión de futuro. Es imposible terminar algo cuando no tienes claro cuál es el objetivo final. Tómate el tiempo necesario para examinar el proyecto que tienes en mente. Visualiza el resultado de manera minuciosa. Toma en cuenta todos los detalles.
2. Compromiso pleno. Una vez que tengas una idea clara de hacia dónde vas, pregúntate “para qué” lo haces. ¿Qué te motiva? ¿Qué te entusiasma? Aférrate a estos pensamientos y comprométete verbalmente con tu meta. Y sí, ¡decirlo en voz alta marca la diferencia!
3. Crear tu espacio. Ahora debes establecer el lugar en donde se produce la magia. Un espacio de trabajo que sea atractivo y relajante. Sin importar que debas realizar tu trabajo en un reducido espacio personal rodeado de otras cincuenta personas o si tienes tu oficina en casa en absoluta privacidad, adecua tu espacio de trabajo de tal manera que se convierta en un sitio agradable, que te recuerde a menudo cuál es el objetivo/meta a lograr.
Puedes colocar algunos inciensos, crear una lista de reproducción inspiradora, colocar tu tablero de visión como fondo de pantalla o simplemente unas notas adhesivas con mensajes sugerentes y una pequeña plantita que dé vida a tu espacio. Lo importante es que tú te sientas cómoda.
4. Organizar. ¿Tienes las herramientas que necesitas para empezar?. Ahora es el momento de reunirlas, si aún no las tienes. ¿Tienes toda la información que necesitas? Recopila todos los datos que puedan hacerte falta. Una vez que tengas los materiales, tómate unos minutos para crear un breve plan de acción. ¿Cuál es el objetivo para hoy?
5. Diseña un contexto. Construye un pequeño ritual para poner en marcha antes de empezar tu trabajo. ¿Te ayuda escuchar un podcast inspirador antes de empezar? ¿Tienes un mantra que utilizas para ponerte en el estado de ánimo adecuado? ¿Prefieres hacer algunos movimientos corporales?
Esta breve ceremonia le dirá a tu cerebro que estás lista/o para iniciar tus labores con entusiasmo. Si repites estas acciones con la suficiente frecuencia, este ritual se convertirá en un hábito que te colocará en la actitud mental ideal para tomar impulso y avanzar.