La aparición de algunas vidrieras en comercios porteños con los precios de los productos en dólares sorprendió a los consumidores. El fenómeno ya se detectó en barrios como Recoleta, Palermo y Belgrano y podría generalizarse, advierten desde el sector mercantil. Lo mismo se observa en ofertas por las redes.
Zapatillas a US$300, remeras a US$100 y gorras a US$60. Esos precios, que bien podrían ser los valores que se exhiben en las perchas y estantes de los comercios de los Estados Unidos, también se replican en algunas vidrieras de la CABA.
Es una estrategia que encontraron esos comerciantes para esquivar la inflación y la necesidad de remarcar periódicamente el precio de su mercadería. En un local que se ubica en los límites del barrio de Recoleta, los productos que cotizan en la moneda norteamericana se encuentran detrás de una vitrina.
Son artículos importados, que no se consiguen en la Argentina, ni siquiera en las tiendas oficiales de esas marcas. Los mismos conviven con ropa de fabricación nacional.
Hasta criptomonedas
Los clientes pueden pagar tanto en pesos como en dólares. En el primer caso, se toma como referencia la cotización del blue del día. En el segundo, los billetes “cara chica” se toman a un valor más bajo, porque las casas de cambio les rehúyen.
“Cuando el blue sube mucho en un día preferimos dólares. Porque el cliente viene a la mañana, pregunta el valor en pesos y cuando vuelve a la tarde ya es otro”, dicen.
Ubicados en Belgrano, hay otros dos locales de “ropa hype” que también venden en dólares, pero que aceptan transferencias bancarias en pesos, Paypal, tarjetas de crédito y hasta criptomonedas. En estos locales, como el cepo a las importaciones dificulta la llegada de la mercadería al país, trabajan bajo la modalidad de consignación.
Las cámaras empresariales por ahora dicen desconocer que haya locales que estén vendiendo al público en dólares. Pero sí admiten que hace tiempo que los proveedores pasan las listas de precios en moneda dura, sobre todo cuando de productos importados se trata.
“Preocupados”
“Es muy difícil sobrevivir con estos niveles de inflación. Desde ningún punto de vista nos vamos a acostumbrar a esto, porque esto no es normal. Hay muchas inclemencias. Nos cuesta conseguir mercadería, las listas se actualizan como mínimo cada dos semanas. Es difícil obtener los valores de referencia en algunos productos en particular. Estamos muy preocupados y ocupados con el tema”, expresó Alfredo González, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).