Desde su casa del barrio Regimiento, sobre la avenida Leandro N. Alem, de Posadas, y rodeado de sus obras, contó que a Diego Maradona lo había hecho después de su fallecimiento. “Lo hice como que está en el cielo, y como se está desintegrando la máquina a la que se le ven los huevos. Y quedaba hacer a Messi. Pero no sabía cómo. La idea inicial era montarlo sobre un plato volador, ratificando lo que dicen, que es de otro planeta, pero iba a perder mucho espacio y ya no me quedaba tiempo”, comentó, mientras entre sus manos sujetaba una cabeza del futbolista saliendo del cascarón de un extraterrestre.
Cuando terminó los detalles de la obra, se inició el mundial. “Y miró conmigo todos los partidos, dentro de mi casa, disfrazado y rodeado de banderas. El día de los festejos, le puse unas rueditas en las puntas y lo llevé a la avenida costanera, para que viviera junto a nosotros ese clima extraordinario de festejos. Estuvo entre la multitud, que no paraba de tomarse fotos con el ídolo hecho de elementos en desuso”, manifestó.
“Lo había pensado con anticipación porque estaba seguro que íbamos a ganar. Estábamos con unos vecinos mirando los partidos, desde el comienzo. La cábala era terminar la escultura, alzarla en una camioneta y salir todos juntos. Lo bajamos y lo hicimos pasear”, agregó, quien ideó hasta la cinta y la camiseta del capitán.
Bordón contó que el 10 está hecho con objetos reciclados: amortiguadores de autos, cadenas de motos. El cemento fue empleado solamente para la cara, porque por dentro también hay hierro. Tienen un peso considerable, de unos 150 kilogramos cada uno. Los mundos sobre los que estaban detenidos ambos jugadores son de hormigón, pensados como una base para que se queden de manera permanente en este espacio. Las obras fueron unidas para que no se muevan. Fue mediante las tres estrellas hechas con cadenas de motos, dos copas abajo y una arriba, simbolizando los tres mundiales (1978, 1986 y 2022). Los botines están hechos con sus respectivas marcas, los tapones son bujías de motos, y la pelota tiene movimiento. “No llevé en cuenta cuánto me llevó hacerlo, porque lo realizaba cuando me quedaba algo de tiempo. A veces venía tarde y ya no me ocupaba, pero como el que soldaba era mi hermano, le indicaba dónde debería ir cada pieza y él ponía manos a la obra, lo que fue de una ayuda considerable”, dijo, y agregó que “quedará acá hasta que aparezca algún interesado en comprarlo”. Mientras tanto, es incesante el paso de los “curiosos” que se acercan para tomarse una foto con los protagonistas. “Y necesitaba que gane porque si eso no pasaba, iba a quedar relegado en el fondo del terreno”, aseguró, entre risas, quien aseguro que en su momento “sufrí mucho”.
Su cabeza no para y ahora está pensando en hacer a Messi besando la copa. Se está empezando a gestar la idea, pero “tengo que salir a buscar los materiales en los talleres, me cuesta conseguir los amortiguadores. Cuando me propongo, en quince o veinte días lo termino. Todo depende del tiempo que tenga libre”, comentó.
Para Bordón tanto Maradona como Messi son lo mismo en distintas épocas, las estrellas, las glorias del fútbol. “A Diego lo vi cuando vino a la cancha de Guaraní. Conocí toda su trayectoria porque yo era adolescente cuando él jugaba en nuestro país. Cuando jugó al mundial yo tenía 16 años, y era así también, una locura como ahora. Con Messi me pasa lo mismo que me pasó con Diego. Muchos dicen que Messi es mejor, pero para mí los dos están a la misma altura, pero en distintas épocas. El que lo conoció a Maradona y tiene mi edad, piensa lo mismo que yo”, aseveró.