Sergio Carballo es de Oberá y junto a su primo Ricardo comenzó a producir ladrillos de manera artesanal para vender.
Recientemente, después de que PRIMERA EDICIÓN diera a conocer su historia, el hombre y su esposa Sandra recibieron una sorpresa cuando desde el Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI) les acercaron las máquinas que necesitaban para continuar produciendo los bloques y una máquina industrial, para ella que es modista y pueda seguir confeccionando prendas de vestir, además de materiales.
La familia está compuesta por Sandra, que espera un bebé, Sergio y dos niñas de 9 y 13 años.
Sandra contó a PRIMERA EDICIÓN que “ayer por la mañana nos acercaron una máquina bloquera, una hormigonera y una máquina de coser semiindustrial. Muchísimas gracias por difundir, gracias a ustedes los medios nos pudieron ayudar, mil gracias”, expresó con alegría.
Las herramientas que recibió Carballo le permitirán facilitar las tareas de producción, que con anterioridad realizaba de manera manual, con elementos que le prestaron para comenzar su emprendimiento.