Parece mentira lo rápido que han pasado los días, los meses y cuando parecía faltar mucho, ya estamos en un avanzado diciembre. Lo esperábamos porque se anunciaban los chivatos en flor en calles y avenidas de nuestra ciudad.
El espíritu navideño se asoma para anunciar que pronto nacerá el niño Jesús.
Creo que todos lo esperábamos, pensando en la festividad, en las casas con sus adornos tradicionales y con muchas ganas de volver a juntarnos.
Los principales protagonistas en estas fechas son los niños con sus esperanzas puestas en los regalos.
No hay momento más bello que ver la cara de un niño al recibirlos. En estas fiestas, en cada corazón, hay recuerdos únicos como cuando en algunas familias surgen momentos inolvidables de años atrás compartiendo mesas largas, añoranzas de un tiempo pasado.
Hoy tal vez faltarán algunos familiares, amigos que no están presentes, pero nunca ausentes del recuerdo. Miremos el futuro porque tenemos el privilegio de estar bien, abrazos fuertes estarán rodeando a cada uno, dando alegría en estas fiestas.
Navidad, Paz y Amor en cada ser humano. Qué mejor regalo: LA VIDA MISMA.