El economista y político radical, Alfonso Prat-Gay estuvo ayer en Posadas donde disertó sobre “El futuro de la Argentina y los Desafios para el Desarrollo”.
En una entrevista previa con PRIMERA EDICIÓN consideró que el desafío más urgente es recuperar la cultura del trabajo, reconvirtiendo los planes sociales en empleo y corrigiendo la macroeconomía para recuperar inversión privada.
Prat-Gay fue presidente del Banco Central en el Gobierno de Néstor Kirchner y fue ministro de Hacienda de Mauricio Macri en el primer año de aquella gestión.
¿Cuáles son los desafíos más urgentes?
Todos, pero el más urgente es recuperar la cultura del trabajo. Creo que desde la crisis de la convertibilidad en adelante, lo que era un paliativo transitorio para una franja grande de la población que quedó fuera del sistema, que era el Jefes y Jefas de Hogar, finalmente se transformó en una ayuda permanente y después en lo contrario a una ayuda. No solamente los que están atrapados dentro del plan sino los que están remando para salir adelante ven la natural bronca de que hay gente que cobra sin trabajar. Tenemos que ir a un sistema donde mantenemos la solidaridad porque hay muchos que hoy no acceden a un trabajo, pero con responsabilidad, eso va a dignificar el trabajo. La Argentina fue grande cuando hubo cultura del trabajo, no hay sociedad que se desarrolle sin trabajo y eso es lo más urgente a recuperar.
Muchos gobiernos hablaron de este tema pero si la economía no crece es difícil.
Hay que ser creativo, lo primero y principal es definir de otra manera los incentivos, el plan social tiene que ser un programa de desempleo como funciona en cualquier país normal. El Estado atiende al que está temporalmente desempleado pero lo hace con una contrapartida, que es capacitación mientras dura el desempleo y la obligación de estar activamente buscando empleo, acreditando que en el último mes hubo entrevistas de empleo que no se dieron.
Después el Estado puede ayudar de miles de maneras. Mendoza, por ejemplo, tiene el programa Enlace que durante seis meses y le paga un salario a la persona que quiera probar suerte en el sector privado. La PyME tiene un aporte de mano de obra durante seis meses y después decide si lo toma o no. Es una muy buena manera de descubrir nuevos talentos. Gracias a ese programa Enlace muchos programas se fueron reconvirtiendo.
No te parece que algunos gobiernos mantienen los planes para tener a los beneficiarios dependientes.
Es el pobrismo, sobre todo al PJ y al kirchnerismo. Creo que eso se agotó, Cristina Fernández podía hacer esa política de pobrismo cuando tenía recursos pero ya no lo puede hacer más porque se quedó sin recursos. Y la manifestación más clara de que el populismo sin recursos es insostenible es la inflación. Cuando la manera de repartir es con la maquinita es como un perro que se come la cola. Sube la inflación y el Gobierno sale a compensar con un bono que se financia imprimiendo billetes. Cien por ciento de inflación es mucho, la última vez que Argentina cruzó el 100 por ciento fue en el año 74, desde entonces estuvimos 20 años con inflación arriba de 100 y con dos hiperinflaciones. Entonces están jugando al truco en la cubierta del Titanic. Y lo peor es que están en complicidad con el FMI, que les permite que hagan correcciones a través de la inflación, que es el peor de los ajustes y de los impuestos.
No solo el kirchnerismo porque en la gestión de Macri se multiplicaron los planes.
No es cierto. Con Carolina Stanley aumentaron, creo que es algo que tenemos que revisar pero no explotaron. La primera parte empieza con el gobierno de Eduardo Duhalde y se cristaliza con Cristina Fernández, que tomó de su marido un gobierno con superávit y dejó uno con déficit y más planes. Es un déficit del primer gobierno de Cambiemos no haber sido más ordenado en esa cuestión y es algo que vamos a ver hacia adelante. Ahora hay que diseñar un nuevo esquema para transformar esa situación. Hay muchos argentinos que son hijos y nietos de beneficiarios de planes, entonces no vamos a decir que será fácil reconvertir, creo que Argentina viene arrastrando desde la convertibilidad una herida social muy grande y creo que es obligación del Estado atender a los heridos, para que vuelvan al sistema, no como hace el PJ que es tenerlos fuera del sistema para que cada vez que hay una elección le tengan que agradecer con el voto.
¿Qué otros temas urgentes a corregir hay en la economía?
La educación, no hay desarrollo sin una educación en frecuencia con las necesidades del siglo XXI, hace falta una revolución educativa. Por supuesto que hace falta ordenar la macroeconomía porque no hay futuro con el 100 por ciento anual, eso requiere una reforma tributaria, una reforma fiscal, independencia del Banco Central, y un programa de desarrollo. Y después mantener una red de seguridad social para los que tienen la dificultad de integrarse al mercado laboral, una red de protección del medio ambiente, una política exterior inteligente para conectarse con el mundo y aprovechar la demanda que tienen de nuestros productos, y sobre todo un entramado y un diálogo político que mantenga estas reformas en el tiempo porque no viene al caso si es shock o gradual, el tema es sostener a lo largo del tiempo. Porque cuando nos comparamos con países vecinos, la gran diferencia en lo institucional y político es que en Argentina cada gobierno que asume cree que es el nuevo Adán, que el mundo empezó cuando llegó, eso hay que cambiar. Para eso hay que dialogar con las fuerzas de la oposición. Yo personalmente creo que es inviable un diálogo con el kirchnerismo, debería ser con otros sectores políticos para asegurar mayoría y sostener las reformas.
¿Como analizas la gestión de Sergio Massa?
Es un superministro sobrevalorado porque cuando Kicillof era ministro tenía más funciones que Massa. Me parece que se ocupó hasta ahora solamente de acumular reservas, descuidó todo lo demás, y las reservas que acumuló lo hizo pagando de más a los exportadores de soja en detrimento del productor, liquidó la cadena de producción de alimentos donde la soja es un insumo central, tiene un sistema de tipo de cambio múltiple y ahora todos piden a Massa un dólar teledirigido a medida. Y como no ordenó el desorden que dejó Martín Guzmán, la inflación se mantiene en 7% anual, no hay futuro posible. La manera de definir la gestión de Massa es parche sobre parche sobre parche.
Misiones pide la creación de una zona aduanera especial. ¿Qué opinión tiene de eso?
En general hay que ser cuidadoso con esas experiencias que en Argentina no han sido exitosas. Lo vimos en San Luis y lo vimos en Tierra del Fuego. Cuando se establecen áreas de privilegio, hay gente que se aprovecha de esos privilegios, y en el medio aparece la posibilidad de corrupción y la competencia desleal con los que no están en el sistema. Creo que cualquier área aduanera hay que discutirla a nivel federal. Debe ser un programa a largo plazo, controlado para evitar picardías y vivezas, y que a priori demuestre que el esfuerzo fiscal que hace el resto del país para financiar esa área aduanera justifica en puestos de trabajo ese costo fiscal. No fue el caso de las provincias anteriores. Me cuesta ver que vayan a estar dadas las condiciones.
Antes de pensar en una zona aduanera hay que pensar en bajar Ingresos Brutos que en Misiones es de los más altos del país junto con Tucumán y dejar de lado las aduanas internas que son un costo enorme para la producción y para otras provincias.