Estamos llegando al final de este año, que estuvo y está lleno de incertidumbres en lo social, en lo económico, muchos sintiendo impotencia y angustia, y ahí se me viene a la cabeza la frase: “Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”. Te pregunto: ¿Cómo te sentís por dentro, y como te sentís con la gente que te rodea, con tu trabajo, con tu vida?
Necesitamos observarnos un poco más y ser sinceros, muchos cargamos miedos, culpas, tristezas y para ir limpiándonos de estas emociones que sólo son un obstáculo para vivir, para ser feliz, trabajemos con los colores cálidos y empecemos a cambiar la vibración.
Con el rojo trabajemos los miedos, este color nos ayuda a enfrentar, decidir, nos da valor fuerza y energía. Con el color naranja trabajemos las culpas, esas cargas que traemos de pasado, si sentimos culpa la llegada de la abundancia en nuestra vida tarda más de lo normal. Al trabajar con este color recordamos que aquello que pudimos haber hecho en el pasado tiene que ver con el estado de conciencia que teníamos en ese momento, que ahora ya no somos lo mismo.
Hay que encontrar el aprendizaje en eso que hicimos, dar las gracias y soltar. Con el color amarillo trabajamos la vergüenza, ese estado que no nos deja ser nosotros por el miedo al que dirán. Con este color nos mostramos al mundo cómo somos en este presente, en este ahora. Disfruten ser ustedes, con lo bueno y lo malo, ¡ámense por dentro que se nota por fuera!
Cada uno puede elegir la forma con lo que mejor se sienta para trabajar con estos colores, que pueden ser, visualizándos (en una ducha, en un parque), meditando y respirando estos colores, etc.
Si están bien por dentro se siente por fuera y si eso lo comparten a todo su entorno se vuelven multiplicadores de buena ¡energía!
¡Feliz Domingo!