Preocupación es el sentimiento que comparten los padres de la Escuela 239 “Granaderos de San Martín” ubicada en Colonia Santa Rita, Alba Posse, debido a que el edificio escolar donde acuden sus hijos presenta grandes fisuras en las paredes, haciéndoles temer que pueda ocurrir un incidente.
En ese marco PRIMERA EDICIÓN dialogó con Darío Sánchez, el padre de una alumna de la institución, quien ahondó más sobre la situación.
“La semana pasada los docentes nos comunicaron que los chicos no tenían clases desde el martes al jueves (porque el viernes fue feriado). El martes vinieron ingenieros de provincia a verificar la situación del predio ya que había nuevas fisuras en las paredes, y a partir de eso ellos determinaron clausurar algunas aulas que corresponden a una parte de la escuela”, indicó Sánchez.
Es así que los alumnos de las aulas clausuradas debían seguir yendo a la escuela para tener clases, momentáneamente, en el comedor escolar.
Sin embargo, esa solución no convenció a los papás ya que “los chicos igual tienen que transitar por el edificio, y está a la vista que toda la infraestructura está comprometida porque es una edificación muy vieja; es decir, donde hay un derrumbe, va a ser un derrumbe en cadena”, afirmó.
Es por eso que determinaron con la comisión de padres no mandar a sus chicos a la escuela y dar a conocer la situación para que las autoridades accionen o al menos conseguir espacios alternativos donde dar clases. “Todos los papás estamos de acuerdo que no podemos mandar a nuestros hijos bajo ese enorme riesgo”, afirmó.
Asimismo, las clases virtuales no son una buena alternativa para ellos, ya que, según lo narró Sánchez, vieron que a muchas familias les costó garantizar la continuidad escolar de los chicos en época de pandemia por el difícil acceso a la virtualidad en contexto rural.
Por otra parte, la problemática se agrava teniendo en cuenta que en Colonia Santa Rita hay sólo una escuela primaria, entonces es difícil para los padres pensar en la posibilidad de cambiar a los chicos de escuela, “en mi caso que estoy viviendo en Santa Rita es la única escuela disponible, sino le tendría que llevar a unos ocho o diez kilómetros de distancia. Por eso, para nosotros es un problema grave y es sumamente necesario que se proyecte la refacción escolar”, afirmó.
Mientras tanto, la institución decidió aceptar el ofrecimiento de la intendencia y de organizaciones parroquiales que pusieron a disposición salones para que los chicos continúen las clases. Es decir, mientras esperan respuesta de las autoridades, la escuela continúa sus clases pero separada y en salones externos.