Desde hace once años, cada 11 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Niña. Esta efeméride fue proclamada por la Organización de las Naciones Unidas con el objetivo de promover y garantizar los derechos de todas pequeñas ante el desafío que supone ser mujer en distintas partes del mundo; por ejemplo, respecto al acceso a la educación, la salud y los obstáculos que se interponen a una vida libre de violencia y prejuicios.
Aunque esta fue la premisa que impulsó el reconocimiento de la fecha, durante la última década los gobiernos y la población en general han contribuido a mejorar y garantizar óptimas condiciones de vida para las niñas, sobre todo una apertura a que sus voces y necesidades sean tenidas en cuenta.
Todavía hay un largo camino por recorrer en relación a las inversiones que los países puedan hacer para brindarles una destacada calidad de vida. Sin embargo, esto no significa una barrera definitiva para las millones de niñas y adolescentes, ya que año tras año muchas han desarrollado cualidades que las convierten en eslabones indispensables dentro de sus comunidades y en relación con su entorno: sean hombres, otras mujeres o sus familias.
La igualdad de género como objetivo global
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se acordaron mundialmente en el año 2015, está marcada por una impronta sostenible e inclusiva.
Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer es parte integral de cada uno de esos objetivos, según estableció la ONU. De este modo, argumentan que únicamente garantizando los derechos de niñas y mujeres en todos los aspectos se podrán alcanzar vínculos seguros y justicia que sean el caldo de cultivo para las próximas generaciones.
La misma organización internacional propone tres puntos de partida para reconocer a niñas y adolescentes en todo el mundo:
- Compartir historias de interés humano o todo tipo de contenido que reivindique su labor en sus propios contextos socioculturales.
- Insistir a los representantes gubernamentales en la inversión que implementación de políticas públicas y programas que garanticen una buena calidad de vida para las mujeres.
- Promover el compromiso común y también individual de la población, a fin de convivir en un marco de igualdad entre géneros, identidades y etnias.
Fuente: con aportes de Naciones Unidas y otros medios digitales