La existencia de remises truchos se evidenció a partir de un procedimiento realizado por personal de la Dirección de Inspección General y Tránsito de Oberá. Si bien la persona que habría ejercido la función de manera ilegal fue quien denunció públicamente a los trabajadores por considerar el operativo irregular, el caso desató la denuncia de varios choferes, afirmando que existe el servicio por parte de propietarios con vehículos no habilitados para tal fin, lo que por consecuencia genera una competencia desleal.
“Nosotros teníamos comprobado que la persona estaba haciendo de remís, además por la denuncia de otros trabajadores. Fue constatado y la persona pagó la infracción, es decir de manera voluntaria abonó la multa”, explicó Guillermo Correa, titular del área municipal. “También nos pusimos a disposición para ayudarle a que habilite su vehículo para remís, pero hasta la fecha no se acercó”, agregó.
“El inspector lo que hace es labrar el acta de infracción, la multa la impuso el Juzgado de Faltas a partir de la ordenanza que establece el cuadro tarifario vigente”, aclaró Correa.
Por su parte otro de los trabajadores del volante, se mostró agradecido, como tantos, porque la Municipalidad “está tomando en serio una problemática muy importante. Los remises truchos están tanto en las bases como libres. No entiendo por qué no se encuadran en la legalidad”, expresó.
“Salimos a denunciar porque nos perjudican. Por eso nos parece perfecto que se controle. También el ciudadano tiene que tomar conciencia que subir a un auto no habilitado le puede traer consecuencias. No debe ser cómplice”, remarcó.
En otro orden, Marcos Alegre, anunció que varios integrantes del sector, están proyectando una institución que los nuclee. “Estamos terminando de organizar la Asociación de Remiseros, para dueños de autos y choferes. Nos estamos nucleando, por ahora el diez por ciento del total. Es difícil, pero es por el beneficio de quienes cumplimos esa función”, señaló.