En Misiones, los servicios religiosos por la celebración de Rosh Hashaná y la conmemoración del día más sagrado, Iom Kipur se llevarán a cabo en la Sinagoga ubicada en la calle San Martín 479 y serán oficiados por la rabina Sarina Vitas acompañada del Sheliaj tzibur, Oscar Gini.
Vitas, es referente femenino en comunidades del movimiento conservador judío Masortí, con amplia experiencia en dirección religiosa, pedagógica y comunitaria, para la transmisión de conocimientos judaicos. Es directora comunitaria de la comunidad israelita Bet-Hilei del barrio de Palermo (CABA) y miembro de la comunidad Amijai.
¿Qué celebran los judíos en Rosh Hashaná?
“En Rosh Hashaná los judíos celebramos el inicio de año que nos lleva a representar la creación del ser humano y la mejor versión de la especie humana en nuestros actos cotidianos. Si bien, es el inicio de un nuevo año es también el proceso del inicio de un juicio que se dice que Dios lleva a cada ser humano en este tiempo y en el cual debemos hacer un trabajo de introspección y evaluación donde podamos enmendar aquellos errores y aquellos vínculos de los cuales nos distanciamos por diversos motivos y, desde ese lugar poder mostrar pruebas de que queremos dar nuestra mejor versión”.
¿Por qué los judíos celebran, este año el 5.783; a diferencia de otras comunidades religiosas que celebran el inicio de otros años?
“El año está relacionado con la creación del ser humano. Desde donde tomamos conciencia en el pueblo judío que hay humanidad y, por eso consideramos el 5.783. Hay otras culturas y religiones que tienen otros comienzos y son respetables. Si nosotros hablásemos del inicio solamente para los judíos estaríamos hablando de la libertad, es decir de Pesaj. El judaísmo pone el inicio de los años desde la mirada universal. Toda la humanidad será juzgada y debería escuchar el sonido del Shofar (Cuerno de Carnero) para valorar lo que tenemos y que debemos parar y mirar donde estamos y, desde ese lugar evaluar para saber hacia dónde dirigirse”.
Para el judaísmo, ¿el Año Nuevo es una festividad más religiosa si se compara con otras religiones?
“No es una festividad más religiosa. En primer lugar, el judaísmo no es una religión sino es una experiencia de vida y, en la misma tenemos determinados símbolos que nos lleva a mantener una mirada atenta y que somos parte de la divinidad, que aquí tenemos una divinidad y que hay confianza en nosotros para que cumplamos lo que tenemos que hacer. Lo que hacemos en la sinagoga es cargarnos de energía y tomar conciencia de que somos humanos que tenemos errores y soñamos con proyectos”.
¿Por qué se denominan terribles o temibles los 10 días que separan el Año Nuevo del Día del Perdón (Iom Kipur)?
“Tiene una concepción de respeto. Es un temor reverencial. Es tomar conciencia que las acciones de cada ser humano son vistas por Dios, inclusive las más ocultas. Hay un trabajo de responsabilidad que será juzgado y que nos permitirá repararlo si cometimos errores. El saber que alguien nos está observando nos hace entrar en la categoría de humildes y como enfrentaré lo que viene”.
¿Qué se conmemora en Iom Kipur (Día del Perdón)?
“Después de todo el proceso que uno hizo de arrepentimiento, de pedir perdón y de saber disculpar y estrechó un vínculo directo con Dios quien será quien perdona o escucha nuestra confesión sobre los errores que cometimos lo que hizo que trasgredamos su Ley. De esta forma saldamos las cuentas con el prójimo”.
¿Sería algo similar a los católicos cuando confiesan sus pecados con un sacerdote?
“La diferencia es que no tenemos intermediarios. Estamos directamente con Dios. La palabra Teshuva que la decimos mucho en estos días significa arrepentimiento, retorno que en este caso significa reencontrarme con nuestro origen, con la sapiencia, con la iluminidad y la energía que me da saber que somos una partecita de Dios o retornar también a ese lugar que nos equivocamos y saber que acción voy a decidir mañana. Teshuva también significa respuesta, es decir cuál será mi respuesta al otro día de Iom Kipur. El Día del Perdón nos lleva a un estadio en el cual deseamos de estar en este mundo por completo. En Iom Kipur ayunamos, no nos higienizamos; no mantenemos relaciones sexuales, no utilizamos cuero y nos vestimos de blanco al igual de cuando enterramos a nuestros seres queridos. Estamos cuasi muertos, nos desconectamos del mundo material. Sólo cuando se está conectado con la divinidad puedo decidir cómo volveré a la materialidad”.
En una cultura un poco machista, ¿Qué la sedujo ser rabina y abrirse camino?
“Entiendo que lo que me sedujo es tomar conciencia y sentir que soy parte de un eslabón de un pueblo del cual somos protagonistas de una parte de la historia y quienes me antecedieron hicieron tanto que me llegue ese mensaje y por tal motivo me siento con el compromiso de hacerlo mantener y trascenderlo”.
Rabina, su mensaje en este Rosh Hashaná…
“El mensaje de Rosh Hashana es al igual que todos los años encontrarnos para poder evaluar y poder hacer un espacio de introspección y poder mirarnos para poder proyectar nuestra mejor versión. Todos sabemos que comemos, entre otros alimentos, manzana con miel, para llegar a la miel hay que entrar a un panal y en este caso debemos ingresar al panal del alma para extraer toda la dulzura que necesita este año, por lo cual esperamos que sea un año con mucha miel para poder endulzar cada momento de nuestra vida”.
¿Por qué judíos tocan el shofar en Rosh Hashana y Iom Kipur?
El shofar es un instrumento de viento que tiene un sonido similar al del trombón. Se fabrica con el cuerno de un animal puro, limpio (kosher), como el carnero. El sonido del shofar debe inspirar reverencia hacia Dios, ya que recuerda el sacrificio de Isaac y la creación del mundo. El shofar es mencionado explícitamente en la Torá varias veces; fue soplado por los soldados que iban a la guerra y por aquellos que señalaban la entrada del año de jubileo. El pueblo de Israel, también escuchó este cuerno cuando recibieron la Torá en el Monte Sinaí. El llamado del shofar es un grito de guerra simbólico para el pueblo judío; es un recordatorio del pacto hecho entre el pueblo judío y Dios. El llamado del shofar representa todo ello, pero no es el único significado que tiene el sonido, sino que despierta el deseo de acercarse a Dios y representa el deseo por plenitud y sentido. Recuerda al carnero sacrificado por el patriarca Abraham cuando demostró su lealtad y compromiso en una prueba divina. Aun así, todas estas palabras permanecen como una explicación limitada de un mandato divino.
Los judíos hacen sentir el shofar después de largas horas de rezo cuando se vuelven vulnerables e incapaces de racionalizar el soplido de un cuerno de carnero. En efecto, recuerda episodios bíblicos, nuestra humanidad y un pacto entre el pueblo judío y Dios. Sin embargo, al final del día, los judíos soplan del shofar únicamente porque es un mandamiento de Dios. Así que al soplar el shofar en Rosh Hashaná, hace confiar en los planes que tiene Dios para el ser humano. Sus mandatos son el camino a una vida plena y profunda para este Año Nuevo.
La comida de Rosh Hashaná
En hebreo, “rosh” quiere decir cabeza y “shaná”, año. Este domingo por la tarde-noche, al ver la primera estrella en el cielo, comienza Rosh Hashaná, el año nuevo judío. Se celebra en familia y hay platos típicos que no pueden faltar para el inicio del 5783. En la cocina judía están muy presentes las verduras y las carnes (de vaca, pollo o pescado) así como los frutos secos. Para estas fechas, además, se agrega la manzana con miel, para tener un año bueno y dulce (shaná tova umetuká). También se come remolacha, zanahoria y calabaza, entre otros alimentos que representan algunos de los deseos para el año que comienza. Otra de las costumbres tiene que ver con comer cabeza de pescado y gefilte fish (una mezcla de diferentes pescados que se puede preparar al horno o hervido). Se suele condimentar con jrein (una salsa a base de rábano picante y remolachas). En la mesa suele sumarse la granada. El vino, que simboliza la alegría, tampoco debe faltar. Así como la jalá, el pan trenzado que se comparte todos los viernes, para la ceremonia de shabat.
Aunque con una pequeña diferencia: en Rosh Hashaná se prepara redonda (agulá). Los varenikes y knishes son otras comidas típicas que para este nuevo inicio estarán en la mesa de muchas familias.
Prensa Comunidad Israelita de Misiones