El habitual encuentro en Reguera y Bajada Vieja para ahuyentar al Karaí Octubre con el tradicional Jopará, este año está complicado por los costos que significa la preparación. Hubo épocas, donde la suculenta comida era distribuida y racionada en hasta 800 porciones antes de la pandemia por COVID-19.
Ante este actual panorama económico, Pomposa Amarilla de Valdez dijo a PRIMERA EDICIÓN, que si bien confía en las buenas voluntades y la colaboración de los posadeños para conseguir los ingredientes del jopará que se prepara en la histórica esquina de Reguera y Bajada Vieja, “este año me acobarda porque está todo muy caro, no tenemos a quién jorobarle porque sabemos que todo el mundo tiene su bolsillito ajustado. Estamos medio en la zozobra de conseguir cosas para prepararlo, como todas las verduras que le ponemos: zapallo, zanahoria, apio”, explicó la vecina.
A pesar de que le gusta compartir con los vecinos y comensales que se acercaban al barrio, “este año quiero delegar. Antes tenía ayuda con moler el zapallo y otras cosas, de este tan rico y tradicional jopará, que hace que se junten 800 personas, al menos antes de la pandemia, donde se acercaban todos”, relató con añoranza y afirmó “que ahora no se puede más de lo que cuestan las cosas sobre todo para ponerle todos los ingredientes que nosotros utilizamos, todo de primera calidad poroto, locro, muchas verduras como apio, zanahoria, zapallo, carne sin hueso (tapa de asado), patitas de cerdo, aunque no usamos ni mondongo ni tripas porque no lleva”, precisó Doña Pomposa sobre su receta del espanta Karaí Octubre.
Y agregó que en otras provincias “lo hacen seco, en Buenos Aires por ejemplo y no es así, es con caldo, es ensopado. Acá nos sale muy lindo y no le mezquinamos nada”, aseguró la organizadora, que no deja de emocionarse con recordar la convocatoria que genera esta práctica.
Si bien hasta la jornada de ayer no tenía certeza sobre la convocatoria para el jopará el sábado 1 de octubre, dijo “vamos a esperar a ver qué pasa, aunque ya no falta nada, va a costar juntar todas las cosas”, alertó sobre los días que faltan y los ingredientes que necesitan pero las grandes ollas están listas para cocinar.
Siempre activa
Doña Pomposa cumplió el pasado 26 de septiembre 90 años y lo festejó junto a familiares, quienes le prepararon una fiesta sorpresa, de la que incluso participó su hermana de 95 años. “Me encuentro bien, todavía paradita, completa y sigo viviendo, con algunos dolores reumáticos pero propios de la edad. Ando siempre activa, con las cosas de la Capilla de Fátima, que el 13 de octubre es nuestra fiesta patronal y ya estamos organizando la celebración”, relató jovial la mujer.
Aunque aclaró que anda con ganas de abandonar tantos compromisos. “Hicimos muchas remodelaciones en ‘Fatimita’ gracias a que la gente colabora. Tenemos pensado en hacer un Triduo, misa y procesión”, adelantó sobre los festejos en el templo de la Bajada Vieja.
El Yaparí tampoco
Al igual que en el tradicional barrio posadeño, de acuerdo a la información que pudo acceder PRIMERA EDICIÓN, este año en el Museo Yaparí hasta ayer no había movimiento de ollas para el jopará para tener un buen octubre, “sobre todo por los recursos y otras actividades que se sucedieron en las últimas semanas”, manifestaron desde el espacio cultural, donde el año pasado entregaron unas 300 porciones.
Don Miseria, el duende que visita las casas
Según la creencia popular, el “Señor de la Miseria”, más conocido como “Karaí Octubre”, es un duende maléfico que sale cada 1 de octubre a recorrer las casas y ver quiénes tienen suficiente comida.
Es decir, “un duende que evalúa si la gente trabajó y supo guardar para los meses de escasez”, resumieron los sabios del tema. La forma de espantarlo “es demostrando que uno tiene comida y la comparte”, se detalló. En caso contrario, los castiga con miseria hasta fin de año.