El pasado viernes un comerciante de Bernardo de Irigoyen identificado como Sebastián Fernández Da Rosa (42), murió acribillado por el ataque de un sicario. En los inicios de la pesquisa la policía demoró a un presunto sospechoso, pero este ayer fue liberado.
Se trata de un hombre de 30 años con domicilio en el barrio Martín Fierro de esta localidad. Según los datos aportados por testigos, esta persona quedó como señalada de tener alguna participación en el hecho. Sin embargo, por orden del Juzgado de Instrucción de San Pedro a cargo del magistrado Ariel Belda Palomar, fue ordenada su liberación.
Esto ocurrió luego que le fuera tomada declaración testimonial como testigo, aunque continuará ligado a la investigación. Con una orden judicial, en su vivienda personal de la UR-XIII secuestró una motocicleta Honda Twister y un Volkswagen Voyage, los cuales permanecen bajo custodia policial.
También se encuentra resguardada la camioneta Toyota Hilux propiedad de la víctima, en búsqueda de elementos que puedan servir a la investigación. Estos han dado resultado negativo por el momento. Analizaban cámaras de seguridad de la zona.
La muerte violenta de Fernández Da Rosa se suma a otros tres hechos de ribetes similares ocurrido en el último año en Irigoyen, todos presuntamente vinculados con presuntos asesinatos por encargo por la denominada “mafia de la frontera”.
El viernes cerca de las 9.30 el comerciante se encontraba frente a su depósito ubicado a metros del límite con Brasil, en la intersección de la avenida Tránsito Pesado y calle Saltos del Moconá. Un hombre en motocicleta se detuvo frente al lugar en el momento en que Fernández de Rosa manipulada su teléfono al lado de su camioneta. Recibió siete impactos de bala calibre 38, a menos de 5 metros. El agresor se retiró ante la presencia de un testigo que luego relató el hecho a la policía.
La víctima fue auxiliada por sus empleados y trasladado al hospital local pero murió debido a las lesiones gravísimas.
Personal de la Policía Científica no halló casquillos en el lugar del hecho, pero si plomos de los proyectiles. Esto indicaría que el asesino utilizó un revólver, el cual no permite que las vainas caigan al suelo, sino que queden en el tambor.
De acuerdo a las voces en contacto con este Diario, la investigación apuesta a hallar rastros o sospechas en la información que pueda surgir del celular de Fernández Da Rosa. Esta labor, el juez Ariel Belda Palomar, la solicitó a la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC) del Superior Tribunal de Justicia.