El Dr. John Dewey un profundo filósofo tiene una teoría, dice que el deseo más profundo de la naturaleza humana es el deseo de ser importante.
En la actualidad diaria yo lo llamo el deseo de ser elogiado y valorado primeramente por las relaciones primarias y los entornos sociales: amigos, escuela, entorno laboral. Esto no tiene límites de edad y se da más profundamente en los adultos mayores.
¿Qué es lo que más queremos lograr en esta vida? Muchas cosas, entre ellas como adultos queremos: alimento, dormir bien, salud y conservar una vida plena, satisfacción sexual, el bienestar de la familia y los hijos, dinero y las cosas que compra el dinero y un sentido de ser importante y elogiado.
La mayoría de estas necesidades se ven complacidas en esta vida, pero muchas personas carecen de ser apreciados recompensados con palabras de aliento, cariño, amor y comprensión.
Lo veo tan importante y vital como alimentarse y dormir el hecho de dar a nuestros seres queridos la importancia que se merecen.
La vida y el desarrollo emocional desde niños hasta adultos sería más feliz y con más satisfacción, de sentirse elogiado e importante, un ejemplo muy claro es felicitar a los niños en etapa escolar por sus logros, en la adolescencia ser escuchados comprendidos, alentados, premiados personalmente o en público.
En lo cotidiano felicitar a tu pareja por lo rico que cocinó con un elogio o un gesto de amor, en el trabajo reconocer a un compañero, a los adultos mayores demostarle cuánto los amamos.
¿A quién le darías hoy un elogio y hacerle sentir que es importante? Porque en esta vida todo es como un búmeran, lo que damos vuelve a nosotros.