En recientes elecciones internas, Pablo Argañaraz se convirtió en el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) de Misiones, principal partido de oposición que tiene la provincia. Será uno de los decisores en la coalición de Juntos por el Cambio en Misiones en 2023, para definir la representación electoral en la tierra colorada.
Nacido en Oberá, es parte de una familia con activa militancia. “Vengo de una familia que ha tenido una participación política muy activa, sobre todo en la década del 80. Creo que mi familia es mi referencia, principalmente mi padre”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN.
Hoy, el médico veterinario que comenzó a involucrarse en política en 2015 de manera activa, fue además electo concejal de Posadas. Dedica su tiempo también a su esposa y dos hijos, a la vicepresidencia de la Sociedad Rural de Misiones como a la profesión que eligió estudiar en la Universidad de El Salvador.
Pablo Argañaraz fue conocido en su paso por las entidades misioneras por ser directivo en el Consejo Profesional de Médicos Veterinarios de la Provincia.
¿Qué le preocupa más del contexto actual?
Me preocupa que, frente a tamaña crisis económica y social, la coalición de gobierno parece estar fuera de foco, abocada a su propia interna o a problemas judiciales de sus integrantes y no a los asuntos que más afectan al conjunto de la sociedad.
¿Qué puede hacer la oposición por modificarlo?
Soy un convencido de que los problemas se deben solucionar en equipo, que vamos a necesitar de todos para poder salir de esta situación, pero para eso el oficialismo debe tener la voluntad real de construir consensos y diálogo real con los que piensan distinto.
Si se logran los consensos necesarios, la oposición puede cumplir un rol fundamental en el aporte de cuadros técnicos y herramientas legislativas para poder superar esta crisis.
¿Ve a los misioneros alejados de la política?
Veo que los misioneros, al igual que todos los argentinos, cada vez confían menos en que la política sea la herramienta de transformación social necesaria para el progreso de la población.
Esto me preocupa bastante, ya que se traduce en poca participación política, sobre todo en las generaciones más jóvenes.
¿Qué le gustaría consensuar con el oficialismo que se tome como política de Estado?
Sería excelente que la oposición sea consultada en el rumbo que deben tomar el agro, la industria, la educación, el turismo, etc. Creo que tenemos personas muy preparadas en nuestro equipo. Personas capaces de dar aportes fundamentales para el progreso provincial y nacional. Lastimosamente esto no se da en la práctica.
¿A qué cargo aspira en su carrera política? Para 2023, ¿será candidato?
Nunca me lo planteé desde esa perspectiva, mi carrera política recién comienza y aportaré todo mi esfuerzo en estos años. Luego, seguramente, volveré a dedicarme a la actividad privada como lo venía haciendo desde que me recibí de médico veterinario. En el 2023 ocuparé el lugar en que el equipo me necesite.
Javier Milei, ¿qué representa?
Representa el desencanto de parte de la sociedad con la política tradicional. La falta de soluciones aportadas por los dos frentes políticos más grandes del país ha derivado en un sentimiento de rebeldía que ve en Milei una alternativa electoral para la solución de los problemas más estructurales de la argentina. No comparto la idea pero es lógico que ocurra.
¿Cómo le gustaría ser recordado tras su paso por la función pública y la militancia?
Me gustaría que mis hijos me recuerden como una persona que trabajó para ser útil a la sociedad.
En la familia, ¿se habla de política en las reuniones?
Soy integrante de una familia donde el debate político es parte de todas las reuniones. Cuando era más joven, me llamaba la atención que en las familias de mis amigos no se hable de política siendo un tema tan habitual en la mía.