Mientras continúa la investigación por el ataque que sufrió la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, el hecho sigue provocando repercusiones de todo tipo, tanto judiciales, como políticas. En este escenario, se conoció hace instantes, que el presidente Alberto Fernández no le aceptó la renuncia al ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, quien la había puesto a disposición luego de ser cuestionado por las fallas en la seguridad de CFK.
“El Presidente sabe que voy a colaborar corriéndome cuando sea necesario”, dijo el funcionario esta mañana, al llegar a las oficinas de su ministerio. Allí aseguró que había comunicado inmediatamente su postura de dar un paso al costado. Además, el funcionario se metió de lleno en la polémica en torno a lo que pasó con la información del celular de Fernando Sabag Montiel.
El ministro negó la participación de la Policía Federal en esta cuestión, cuando hay efectivos de esa fuerza que debieron declarar como testigos ayer en Comodoro Py.
Además de aseverar que la Policía Federal “no manipuló” el teléfono, el ministro Fernández detalló esta mañana: “Lo que hizo fue recogerlo, ponerlo en una bolsa de Faraday y enviarlo al Juzgado”. Las bolsas de Faraday a las que se refirió el funcionario blindan los dispositivos electrónicos y bloquean las señales.
Cabe destacar que para el Ejecutivo la figura de Aníbal Fernández nunca estuvo en duda. El primer voto de confianza se le otorgó con su participación en la reunión de gabinete que se hizo en la Casa Rosada el viernes por la mañana, que fue convocada por Juan Manzur y que tuvo al jefe de Estado sentado en la cabecera de la mesa.
En ese encuentro, Aníbal fue el encargado de contar en qué estado se encontraba la investigación. También mantuvo comunicaciones con la Vicepresidenta el jueves y el sábado para hablar sobre lo sucedido.
Fuente: medios digitales