El fiscal Horacio Paniagua requirió la elevación a juicio en la causa que investiga el homicidio de Catriel Urizar (30), propietario de un local gastronómico, quien fue asesinado el 28 de marzo cuando fue a entregar un pedido, supuestamente realizado por dos jóvenes con la intensión de “emboscarlo para un robo”. Los imputados tienen 18 y 19 años.
La defensa tiene diez días para oponerse y plantear alguna medida, que será resuelta por el juez instructor, Martín Brites, caso contrario la causa será elevada directamente a instancias de debate oral.
Tras el pedido fiscal, el juez corrió vista a la defensa con la imputación “homicidio en ocasión de robo” y que además se agregó al expediente una acusación por “portación ilegal de arma de guerra en concurso real”.
Urizar fue asesinado de un balazo calibre 38 milímetros alrededor de las 23.30 del lunes 28 de marzo en el barrio Cataratas del Iguazú. Lo hallaron dentro de su camioneta Toyota Hilux 4×4 con una herida en el tórax. Testigos vieron correr tras el hecho a dos personas jóvenes que minutos antes merodeaban el lugar y dijeron a un conocido que esperaban un pedido de comidas.
La víctima acudió allí para entregar dos “lomitos completos” y se topó con los dos jóvenes que se sorprendieron porque no fue en motocicleta. Ante la pregunta de que, si fueron ellos los que habían pedido la comida, le dijeron que no y corrieron. Este los persiguió, porque quería asegurarse de que no haya sido una broma y les exigió que le mostraran sus celulares.
Esto derivó en una discusión y fue en esas circunstancias que uno de los sospechosos se percató de que Urizar tenía un arma de fuego que en realidad era una réplica de juguete que el vendedor de comidas llevaba “por las dudas”.
Uno de los presuntos homicidas disparó contra la humanidad de la víctima. El proyectil ingresó por la zona del tórax, le perforó el pulmón y el vaso generándole un shock hipovolémico que causó su muerte en pocos minutos.
Además de la presunta arma utilizada, la policía secuestró ropa, dos celulares y con las cámaras de seguridad identificaron a los sospechosos. En la indagatoria, uno de los acusados confesó que disparó porque “se asustó”.
Justamente ese joven de 19 años, el lunes 25 de abril a las 19 aproximadamente se escapó de la comisaría de Puerto Iguazú en la cual estaba detenido y tres horas después fue recapturado.