“El paseo puede llegar a cambiar mucho la vida de un perro, es una de las formas más directas de enriquecer su rutina diaria, pero, si no se realiza correctamente, puede llegar a generar problemas a largo plazo.” (Javier Martínez – Educador Canino)
El paseo es un componente terapéutico, no el único, para tratar problemas de comportamiento en perros agresivos, con miedo o ansiedad por separación. No es la “solución”, pero sí mejora sustancialmente la calidad de vida del perro pues es cuando se relaciona con el mundo de una manera más abierta.
Tu perro debe dar, como mínimo, dos paseos diarios. Si es adulto sin problemas de movilidad debería salir tres veces y si es cachorro más de tres veces. Elegí las horas de luz natural para que reciba esos rayos tan necesarios para sus procesos fisiológicos imprescindibles. Tené en cuenta que en nuestros veranos debes evitar las horas de más calor.
Tener casa con jardín o parque no es excusa para no dar a tu perro la alegría de sus paseos. En tu jardín, o parque, no pasan otros perros dejando mensajes olorosos, tampoco hay contacto con otros perros sin obstáculos de por medio, no existen los muchos estímulos que si los hay en la calle.
Los elementos necesarios para el paseo incluyen preferiblemente arnés y chapita con tus datos de contacto, correa de no menos de 2 mts de longitud, premios para reforzar las conductas deseadas, bolsas para recoger las heces.
¡Y a pasear!