Fabiana Ritter hoy nos cuenta su historia con Mona que en realidad comenzó con Nina, que hoy ya no está pero sigue en su corazón como en el de todos cuando perdemos nuestra mascota querida. Pero el universo te envía otras, es así.
“Yo venía de perder una siberiana y a pesar del dolor quise ayudar. En el Refugio Colitas Chochas, de acá de Alem, necesitaban tránsito para 5 hembras, todas hermanas abandonadas, así las cuidé: Nina, Mona, Luz, Sol, y Luna, nombres cortos para que fuera fácil llamarlas. Todas fueron adoptadas, menos Nina.
Pasó el tiempo y fui a ver a Mona, la pareja que la había adoptado se separó y ella estaba sola abandonada en la casa. La traje conmigo, la recuperé y la idea era darla en adopción, pero nos encariñamos!, recuerda Fabiana con ternura.
Pero Nina se enfermó de pronto y las dejó. Ahora Mona es la mimada de la casa, “entiende todo lo que le digo porque yo le hablo normalmente y ella sabe. Es tan buena, tierna, guardiana”. Fabiana reconoce que sufre si pierde una mascota porque “las humanizo mucho. Mona duerme conmigo y ocupa la almohada, es increíble y a muchos no les gusta pero a mi sí”.
Hoy tiene 8 años, “es tierna, dulce, paciente, tranquila, ni siquiera le gusta mucho la música fuerte, jaja cuando subo el volumen para bailar en casa se va. Yo la llamo mi princesa y somos felices juntas”. Qué linda es Mona, ¿no? ¡Gracias Fabiana por compartir!
(Por Rosanna Toraglio) .